Alberto Moyano
Martes, 20.37 horas: Bajo una fuerte lluvia, llego a la marquesina del autobús. Como no hay nadie, enciendo un cigarrillo.
20.38: Acompañados de un murmullo, llegan tres jóvenes universitarios.
«Dios te salve María, llena eres de gracia, el señor está contigo,
bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús», dice uno. «Santa María, madre de Dios, ruega por
nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte», responden
los otros dos. «Segundo misterio: la flagelación de Jesús», continúa el
primero.
20.40: Aunque es cierto que la línea 24 sufre disfunciones en cuanto
caen cuatro gotas, parece exagerado emprenderla con un Rosario
preventivo. El motivo debe ser otro. Ignoro cuál. «Tercer misterio:
Jesús coronado de espinas…»
20.42: Conozco a una señora que rezaba el Rosario todas las noches,
mientras veía en la tele ‘Crónicas marcianas’. Desconozco si
continúa haciéndo lo mismo con el programa de Buenafuente. Mientras los
oradores siguen con su recitado, reflexiono sobre la enorme capacidad
del ser humano para encontrar formas originales de pecar. «…llena
eres de gracia, el señor está contigo, bendita tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús…».
20.44: Los autobuses de otras líneas van llegando a la parada y sus
conductores nos lanzan miradas inquisitivas para saber si deben detener
o no el vehículo para que subamo. Hago gestos negativos con la cabeza,
mientras los dos jóvenes replican con tono aburrido a los rezos del
que, al parecer, es su líder. Reflexiono
sobre las relaciones entre ciencia y superstición.
20.47: «Cuarto misterio –continúa inflexible el joven–. Jesús con la
cruz a cuestas camino al Calvario». Reflexiono sobre el mestizaje
cultural y el respeto entre civilizaciones. La lluvia arrecia, lo que
dificulta la escucha, pero juraría que la cosa continúa con un «…el
señor está contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito
es el fruto…» Reflexiono sobre cuáles serían mis reflexiones si los
tres jóvenes estuvieran recitado el Corán.
20.49: Sin rastro del autobús. La Crucifixión y muerte de nuestro
señor Jesucristo parece ser el quinto misterio. Me pregunto cuántos
quedarán. A lo lejos, asoma lo que parece ser el 24.
20.50: El 24 llega a la parada. Los jóvenes lo reciben con alborozo y
uno de ellos trata de colarse limpiamente, cosa que impido con la
pericia que dan muchos años de marquesina. Subo al autobús, enfilo por
el pasillo hasta el fondo y lo último que escucho de boca de los
jóvenes es algo relacionado con las prácticas.