Medio PP apoyaría un gobierno con Ciudadanos, aunque comprende que quizás haya que sacrificar a Rajoy.
Ciudadanos apoyaría al PP pero no bajo el liderazgo de Rajoy porque no cree que sea la persona idónea para combatir la corrupción.
Medio comité federal del PSOE respaldaría un gobierno con el apoyo de Ciudadanos y la abstención del PP, pero sin la presidencia de Pedro Sánchez, al que considera un pusilánime capaz de vender la unidad de España.
Podemos apoyaría a Pedro Sánchez si lograra deshacerse previamente de Ciudadanos y de medio comité federal del PSOE.
La otra mitad del comité federal del PSOE considera posible alcanzar un acuerdo con Podemos, siempre y cuando se impongan las tesis posibilistas de Errejón y las confluencias a las del inasequible Iglesias.
Iglesias hubiera recibido con los brazos abiertos a Alberto Garzón, a condición de que se hubiera despedido de IU.
IU apoyaría un gobierno de PSOE y Podemos, y si tiene alguna petición en concreto nadie la ha escuchado.
El PNV considera que EH Bildu está bien para pactos puntuales, siempre que se deshaga de Pernando Barrena.
EH Bildu ve posible alcanzar acuerdos con el PNV, pero considera imposible dar pasos en la misma dirección que Urkullu y Ortuzar.
La CUP se mostró dispuesta a investir a un presidente de Junts Pel Sí, siempre y cuando no fuera Artur Mas. Puigdemont sustituyó a Mas y ahora está por ver hasta qué punto está interesado en el apoyo de la CUP.