Alberto Moyano
Con un ligero retraso sobre las fechas tradicionales, llega a Donostia
la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. 43 casetas exponen desde
mañana al mediodía sus existencias en lo que constituye una actividad
cada vez más pertinente, dada la velocidad de crucero con la que los
títulos desaparecen de las librerías a causa de la hiperpproducción
editorial.
De hecho, ésta es la feria del libro más interesante –por no decir la
única interesante– de cuantas se celebran a lo largo del año en San
Sebastián, por cuanto las demás se limitan a poner en la calle lo que
ya está disponible en los comercios del ramo. En estos stands, sin
embargo, uno puede encontrar libros agotados, descatalogados o
simplemente ignotos, junto a algunos títulos habituales, omnipresentes
año tras año, y que algo dicen sobre los gustos lectores mayoritarios
de hace unas décadas. A saber: «Suecia, infierno y paraíso’, ‘¡Viven! y
‘El Padrino’, todos ellos en edición de Círculo de Lectores,
preferentemente.
Hace bastantes años, la feria se celebraba en la Plaza Easo. El
traslado a la de Gipuzkoa ayudó a incrementar el número de visitantes y
cambió su perfil general, que pasó de ser el del lector contumaz al del
rastreador de gangas, buscador de enciclopedias y coleccionables que
ronden 25 euros y destinadas a ornamentar las estanterías del hogar.
No obstante, si se desea evitar las aglomeraciones y recorrer los
puestos disfrutando de la soledad del comprador de fondo, nada como
acudir este domingo por la mañana, coincidiendo con las regatas. Un
clásico.