Extractos del polémico libro:
El Rey: “… campechano, majo, cercano, deportista, salado y popular. En definitiva, un horror. Está echando a perder a toda la familia”.
Homosexualidad: “… y que, en definitiva, se cura con mucha oración. Por cierto, llevo las puntas un poco abiertas para joderle a mi peluquero, que es gay. En cuanto a los desfiles del orgullo, como mujer fogosa que soy, entiendo a la perfección el impulso que le lleva a uno a cimbrearse prácticamente desnudo encima de una carroza y no tengo nada contra ello. Lo que me parece inadmisible es que vayan en dirección a Chueca, cuando deberían ir hacia Lourdes porque la oración constante…
Bush: “Me gusta bastante, aunque hace tiempo que no lo frecuento. En realidad, para qué engañarnos, prefiero el metro”.
La reina: “Qué te voy a contar a tí. Es una chica muy maja pero con un defecto: se le calienta la boca. Habla y habla, hasta por los codos. Entrevistarle es una pesadilla porque como no me deja grabar las conversaciones, se me duerme el brazo cogiendo notas. Eso sí, se hace unas promos fantásticas”.
La princesa: “… y que está muy preparada -no me preguntes para qué- y que ha ayudado a monarquizar la modernidad. En todo caso, desde que contrajo matrimonio, Urdaci no ha vuelto a ser el que era”.
Putin: “Un hombre muy atractivo que, detrás de una apariencia fría, esconde un volcán de pasión. Lleva a los rusos con mano dura, pero es que ellos son como yo: nos gusta que así sea”.
Familia Real: “… sin que por ello tenga que comportarse como una pandilla de tacaños. Está llena de divorciadas, separadas, apenas tienen hijos y se entregan al desenfreno en cuanto van de caza. No representan a la típica familia española, que permanece unida más allá de cualquier contingencia”.
Religión: “… sin que se le obligue a nadie a tener una fe inquebrantable, por supuesto. Sin embargo, opino que debería inocularse desde pequeños a todos los niños, no sólo en el colegio, sino también los dormitorios, donde -como es sabido- acecha el diablo y cuya tentación sólo se combate orando y ofreciéndoselo a nuestro santo patrón, antes de que…”