Me sigo moviendo entre el escepticismo y el fanatismo más creyente este verano. Material hay de sobra, como el vídeo que está circulando por la red y que muestra a una mujer paseando despreocupadamente por la superficie de Marte.

Tal y como recoge la web Daily Express, el  vídeo fue subido a Youtube a finales de junio y  desde entonces ha concitado el interés de casi dos millones de personas (a no ser que alguna haya repetido, claro). En él se puede ver un completo análisis de una de las fotografías tomadas por el robot que explora de nuestra parte la superficie del planeta rojo, el Curiosity de la NASA.

Un simple vistazo a la imagen puede no despertar sospechas pero realmente si pasas más de cinco segundos mirándola no es difícil advertir lo que parece la figura de una mujer. El autor del vídeo no tiene ninguna duda, al contarrio, e incluso va más allá para situar en la escena más elementos misteriosos: un posible vehículo, una posible tienda de campaña o casa y una posible pintada. Tampoco le hace sospechar nada raro el hecho de que según la escala la supuesta figura mide 10 centímetros de alto.

La imagen se ha hecho tan famosa que ha saltado a publicaciones ufológicas como la estadounidense UFO Singhtings Daily. Esta publicación se ha hecho eco del descubrimiento y afirma que la  figura muestra tener senos y otras características antropomórficas. «También vemos que cuenta con brazos, que son de un color más claro, y lo que parece ser una cabeza que cuenta con pelo largo», ha señalado Scott Waring, autor de la información en dicha publicación.

La polémica está servida pues, mientras que los amantes de lo oculto creen que podría ser una mujer o, incluso, una estatua construida en la zona por una civilización marciana, los más escépticos consideran que la figura se corresponde con un fenómeno llamado pareidolia. Este hace que el cerebro humano modifique imágenes extrañas para hacer que parezcan objetos familiares y conocidos.

No sé si quedarme con la versión del vídeo. La idea de ver a una mujer bajita pero desafiante viviendo a la intemperie marciana tiene su punto. Es fácil ver que hay una gran historia detrás de ella, más allá de las implicaciones científicas. ¿En qué piensa mientras mira a la llanura ocre? ¿Por qué vive alejada de sus semejantes? ¿Quizá sea la última de su estirpe?

En todo caso a uno particularmente le recuerda demasiado a esta otra figura, uno de los grandes iconos del cine. Curiosa coincidencia la del ambiente rojo rodeando a la figura de Scarlett O’Hara poniendo a dios por testigo.