Hace veinte años, todo el mundo ansiaba un ordenador; hace diez todos teníamos que estar conectados a internet, hace cinco nos inundaban todas las posibilidades de los smartphones… y en pleno siglo XXI llega la era de las tabletas.
Unos dicen que son el futuro, otros auguran su fin en apenas cinco años. Lo cierto es que los IPad 4, Samsung Galaxy Tab 3, Nexus 7, Razer Edge Pro, Xperia Tablet Z o BlackBerry PlayBook se han convertido en los objetos de deseo de multitud de usuarios y aficionados a la tecnología en los últimos años. Por supuesto, todas prometen multitud de prestaciones, mayores funcionalidades y una experiencia de usuario única. ¡Faltaría más!
El mercado de tablets es inmenso, pero… ¿en qué debo fijarme si quiero adquirir una? Depende. ¿Merece la pena pagar 600 euros por una? Depende. ¿IOS, Android, BlackBerry OS, Firefox OS o Windows RT? Efectivamente. La respuesta es… depende. ¿Pero de qué?
Necesidad
La primera pregunta a la hora de adquirir una tablet es para qué la queremos y qué uso vamos a hacer de ella. Obvio, ¿verdad? Pues tiene más importancia de lo que creemos a priori. ¿Vamos a navegar y consultar únicamente el correo? ¿O vamos a usarla para ver películas y disfrutar de nuestro ocio con juegos que requieran de un buen procesador y una buena memoria gráfica? Una vez lo tengamos claro, sabremos si necesitamos una tablet con grandes prestaciones (y más cara) o una más sencilla pero adecuada para el uso que vamos a darle.
Pantalla
La siguiente pregunta también es evidente… pero importante. ¿7 o 10 pulgadas? Si tienes intención de llevar tu tablet de un sitio a otro, la opción más recomendable es optar por una de siete u ocho pulgadas. En caso contrario, si quieres ver películas, trabajar con la tablet o usarla especialmente para jugar a videojuegos en el hogar, tu elección deberá ser una de 10. En términos generales, la experiencia de navegación y usuario resulta bastante aceptable.
Sistema operativo
Las tablets basadas en Windows RT (versión para tablets de Windows8) o Blackberry OS han dado un salto cualitativo muy importante. Sin embargo, en el mercado hoy por hoy sobresalen dos plataformas: IOS y Android.
IOS, el sistema operativo de Apple, maximiza el hardware más que ningún otro y permite, por lo general, una navegación y un funcionamiento más fluido. Además, cuenta con una amplísima oferta de aplicaciones en su Apple Store, así como la posibilidad de actualizaciones periódicas del sistema operativo. Si hablamos de IOS, hay que hacerlo de su gran referente, cómo no, el Ipad 4.
Android, en cambio, es un sistema de código abierto, más flexible y más fácilmente personalizable, no tan cerrado como IOS. También dispone de un Market con multitud de apps. ¿Una virtud? Es más versátil a la hora de compartir archivos (x.e. música y películas) y no requiere de un Itunes que, para algunos, en IOS resulta una pesadilla. ¿Un pero? A no ser que se disponga de un modelo de gama media o alta, es posible que no disponga de una actualización de sistema operativo.
En términos generales, es muy recomendable que la tablet disponga de una versión Android 4.0 o superior, por agilidad y por funcionalidad. Hay que señalar que multitud de marcas han optado por incorporar Android en sus tablets, lo que impide a los de Mountain View poder adaptar las nuevas mejoras a todos los tablets. En cambio, IOS es exclusiva de Apple y cada cierto tiempo los Ipad reciben una actualización correspondiente… política que cada vez IOS respeta menos, tal y como se ha visto con la reciente salida de IOS 7. Para gustos, los colores.
Procesador
Las tablets acostumbran a trabajar con multitarea, es decir, con varias aplicaciones abiertas a la vez. Ello conlleva una importante exigencia a nuestro dispositivo, con lo que es muy recomendable que nuestra tablet cuente con un procesador superior a 1-1,5 GHz y memoria RAM por encima de 1GB. Lógicamente, cuanto más aumentemos las prestaciones, mejor será la experiencia de usuario.
Batería
Aunque inicialmente parezca cuestión baladí, la autonomía resulta fundamental a la hora de disfrutar de una tablet, sobre todo si pretendes hacerle muchos kilómetros fuera de casa. Si tu intención es usarla únicamente en el hogar de vez en cuando y no vas a exigirle una gran conectividad o un alto rendimiento al procesador y tarjeta gráfica, con que disponga de 5-6 horas de autonomía es más que suficiente. Las tablets de gama media-alta pueden llegar a funcionar hasta 9-10 horas.
Conectividad
¿Conexión a internet Wifi o 3G? Si para navegar por internet te basta con conectarte al Wifi del hogar, el del trabajo o en una cafetería, con la conexión Wifi de la tablet será suficiente. En cambio, si necesitas estar permanentemente conectado a internet allá donde vayas, opta por que tu tablet disponga además de conexción 3G.
La conexión Bluetooth (para comunicarte rápidamente con otros dispositivos), el NFC (para realizar pagos) o el GPS (para orientarte con Google Maps u otras aplicaciones) pueden resultar muy útiles en según qué casos.
Todo ello, sin olvidarnos del puerto miniUSB (para trasnsferir datos de la tableta a otro dispositivo) o la salida HDMI (para conectarte conexión a cualquier monitor, televisor, etc.)
Memoria
¿Vamos a llenar nuestro tablet de fotografías y vídeos? ¿O queremos sobre todo instalar multitud de aplicaciones y juegos? La capacidad interna de almacenamiento varía en cada tablet, aunque las más básicas pueden disponer de 8-16 GB de memoria, capacidad que – según para qué cosas – nos puede resultar algo escasa. En Android existe la posibilidad de ampliar esta memoria a través de las habituales tarjetas SD, mientras que en IOS esto no será posible.
Cámara de fotos
Si queremos sacar buenas fotos, lo mejor es que nos compremos una buena cámara o, en su defecto, un móvil de alta gama. Sin embargo, en los últimos meses las prestaciones de las tabletas han evolucionado mucho y se han ido equiparando poco a poco a las de los móviles. De hecho, ya se pueden encontrar tabletas de alta gama que cuentan con cámara de 8 megapíxeles e incluso con sensor Exmor R incorporado, lo que mejora sustancialmente la toma de fotos en espacios interiores o con menos luz.
Precio
Sin duda, es la variable que más tenemos en cuenta a la hora de adquirir una tableta. Las hay muy básicas, cuyo precio ronda los 80-90 euros y cuentan con unas especificaciones muy básicas, y otras más avanzadas, que pueden rondar los 800-900 euros y que ofrecen una gran experiencia de usuario y multitud de ventajas. Todo depende de la capacidad económica de cada uno y, sobre todo, de la utilidad que le vayamos a dar.