Estos días me viene a la memoria un canción de Los Nikis, mítico grupo madrileño de los 80: `El Imperio contraataca’. Sonido contundente de guitarras y una letra divertida. ‘Los Ramones de Algete’, como fueron bautizados, esbozaban el resurgimiento de España a tráves de una paliza de la selección de baloncesto a Yugoslavia, el triunfo de la tortilla española frente a los Mc Donalds, la fuga de los cubanos a Canarias en vez de a Florida o el dominio del cintillo a costa del Black Jack en los casinos de Las Vegas.
El estribillo, toda una declaración de intenciones, resultó premonitorio: “Lololololololo, seremos de nuevo un Imperio”. Repetido hasta en tres ocasiones. Visionarios. Lo primero, por adelantarse a poner letra al himno. El “Lololo” acompaña desde la grada a los nuestros en cada evento en los últimos años. Tres décadas después, Los Nikis tenían razón. El tiempo acabó dictando sentencia.Nos puso donde nos merecemos. Con permiso de la Merkel: El Imperio contraataca. Deportivamente hablando. El sol no se pone en nuestro Imperio. Como en 1582. Y la que se avecina. El éxito de nuestro deporte, y en concreto, el del fútbol, el mejor antídoto contra la crisis.
Somos la envidia de Occidente, Oriente, América, África, Oceanía y puestos hasta en Marte. Todos nos temen, nos respetan, nos envidian. Quieren ser como nosotros. Por Rafa Nadal, Fernando Alonso, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo, Marc Márquez y demás pilotos. Por Indurain, Perico Delgado, Contador, Óscar Freire y compañía que han reinado en el ciclismo en la última década. En deporte de equipos somos la bomba. Está nuestro equipazo de baloncesto, el de balomnano, de Fútbol Sala, los waterpolistas. Todos han contribuido a que el rojo sea el color de moda.
El martes pasado en Jerusalem se volvió a dar una escena que ya viene siendo costumbre. Una imagen que por repetitiva no nos cansa, nos enorgullece y trae una felicidad pasajera en una etapa convulsa en los días que nos están tocando vivir. Futbolistas españoles alzando un trofeo. La Rojita lo volvió a hacer. Repitió título como en Dinamarca (2009). Es el cuarto que logra.
El verano promete. Los mayores buscan en Brasil resolver el problema de la cuadratura del círculo con la conquista de la Copa Confederaciones. Pero esto no acaba aquí. Hoy en Turquía se ha iniciado el Mundial Sub 20. Deulofeu, Jesé y Oliver Torres lideran esta hornada. Y en julio llegará el Mundial sub 19 en Lituania con los Vadillo, Fede Vico o José Rodríguez.
Los Nikis se quedaron cortos en ‘El Imperio contraataca’: “Con los Austria y Borbones, perdimos nuestras posesiones/ esto tiene que cambiar/ nuestros nietos se merecen/ que la historia se repita varias veces”. Algunos nos hemos hecho mayores, pero no ha hecho falta ser abuelos para ver nuestro poderío y dominio deportivo. Y en especial, en lo futbolístico. Ahí están el Mundial y las dos Eurocopas de La Roja, los cuatro Europeos de la sub 21, el Mundial de los sub 20, los siete Europeos de la sub 19, los dos de la sub 17, los seis de la sub 16 o el oro olímpico de la sub 23 en Barcelona 92. La cosa promete con no detenerse. Las vitrinas de la Ciudad del Fútbol tienen aún fondo para guardar más trofeos y cajas por un tubo de algodón Aladdin para sacarles brillo.
Tenemos razones para ser optimistas. Los De Gea, Íñigo Martínez, Illarramendi, Thiago, Isco aprietan con fuerza. El presumible relevo generacional tras Brasil 2014 no parece que vaya a resultar traumático. Por detrás hay otra generación con talento. El futuro pinta rojo. Los Nikis tenían razón: seremos de nuevo un imperio. Algunos calvos, otros con canas lo estamos viendo y disfrutando… con nuestros hijos. Otros más afortunados lo están pudiendo hacer con sus padres y abuelos. Todos a cantar ‘El Imperio contraataca’, pero con un cambio en su estribillo:.“Lololololololo, somos de nuevo un Imperio”.