La Copa de la ACB vuelve a estar aquí y como consecuencia desde ahora mismo, más de seis millares de aficionados forasteros están tomando las calles de A Coruña para compartir su alegría y su buen gusto. Si estamos aquí es porque nos gusta el baloncesto y, por encima de cualquier otra cosa, esta Copa. No hay ningún otro espectáculo deportivo que resulte más divertido. En el pabellón y también en la calle.
Esta misma semana Raulzinho Neto, hoy repartiendo asistencias en la NBA como hizo durante tres temporadas en Illunbe, recordaba su experiencia de 2012 en Barcelona con el GBC: “El ambiente que se respira en la Copa no existe en ningún otro sitio, ni siquiera en la NBA”.
Si no han vivido nunca una Copa les parecerá que el base brasileño exagera o que quiere quedar bien con la gente de la Liga en la que se hizo grande. Si han disfrutado de ella alguna vez ya sabrán que sólo dice la verdad.
La Copa es una competición deportiva del máximo nivel en la que no hay más tensiones que las que crean los hinchas futboleros de Madrid y Barcelona con sus desparrames políticos. No llega la sangre al río. El resto de las aficiones les recuerda antes o después que estamos hasta los mismos del Barça y del Madrid y aquí paz y después gloria.
En el pabellón las aficiones rivalizan en ingenio. A falta de la gente de Málaga, Baskonia y Gran Canaria parten como favoritos en el duelo de las gradas. El año pasado los seguidores alaveses defendieron en Las Palmas su condición de afición top, a pesar de que su equipo no jugaba. Ojalá el buen humor malagueño se deje sentir, a pesar de la ausencia de su equipo.
Saldremos del pabellón cerca de las once y media de la noche con el tiempo justo de buscar un bocadillo y una cerveza en el corazón de la ciudad a eso de la medianoche. A partir de ahí las ocho aficiones convivirán juntas en la noche gallega, que dicen que será fría y lluviosa. Hablaremos con los canarios de lo bien que lo pasamos hace un año, trataremos en balde de quitar a los valencianos la idea de que aquí van a confirmar con un título su año maravilloso, nos solidarizaremos con la gente de Fuenlabrada porque allí juega Uriz y su entrenador también nos resulta próximo, no faltará el tiroteo con la gente de negro porque al fin y al cabo Sito no sería tan bueno sin haber pasado por Donostia, aconsejaremos a los blancos y a los blaugranas que se vayan al fútbol… Y reconoceremos a los anfitriones su buen rollo. A 65 kilómetros de Santiago pero en casa.
Ojalá podamos acoger dentro de poco en San Sebastián una fiesta como ésta. De momento es en A Coruña donde nos vamos de marcha desde hoy hasta el domingo. Además veremos jugar buen baloncesto. No les voy a decir quién va a ganar. Les diré lo que pasa casi siempre, que la final la juegan Barcelona y Madrid. Y les diré lo que queremos la gente del baloncesto, que la final la jueguen dos equipos diferentes. Yo estoy aquí, como cada año, con un amigo valenciano. Me gustaría retarle en la final… Y ganarle. Este Baskonia no merece menos.