Willian Jose estará de baja en torno a seis semanas, podría ser alguna más. Se perderá siete, ocho partidos y la Real va a acusar su ausencia. El brasileño es una de las mejores noticias de una temporada en la que sobran motivos para la alegría. Va mejor que bien por alto, sabe jugar de espaldas, abre el juego con soltura, está donde sus compañeros le necesitan y es el primer artillero de un equipo que reparte los goles como no lo había hecho nunca. Su baja es una faena, un portazo en los dientes de nuestras ilusiones. Pero…
Pero siempre que se cierra una puerta dicen que se abre una ventana y en la Real hay un ariete de 21 años que está tirando la puerta abajo y que tenía difícil disponer de minutos en el primer equipo porque Willian Jose, Juanmi y Agirretxe son una barrera poco menos que infranqueable para un delantero joven. Ahora que no queda por delante ningún 9 disponible, Bautista se puede colar por la ventana de esta urgencia inesperada.
A su edad es una oportunidad de la que pocos han dispuesto. Sólo hace falta que el míster confíe en su capacidad y que él eche fuera cualquier atisbo de ansiedad. Es un goleador completo, que es capaz de reunir –lo ha hecho esta misma temporada- un hat trick perfecto con un gol con cada pierna y otro de cabeza. Tiene hambre, tiene remate y no se esconde a la hora de trabajar. Sólo le faltan partidos, oportunidades, para incrementar el activo de este equipo estupendo.
El puesto de delantero es el más difícil para un jugador de cantera. En la Real los goles se han comprado tradicionalmente fuera, empezando por Aldridge, pasando por Kodro, Nihat o Darko y terminando con WJ. Joseba Llorente se encontró con un billete inesperado para subirse al tren del fútbol profesional cuando con 24 años Mendilibar le hizo un hueco en el que fue el mejor Eibar de la historia hasta la explosión del ascenso a Primera. Imanol Agirretxe no fue titular hasta los 24 años y quizás no lo hubiera sido sin la ruina económica y el descenso a Segunda. De hecho cuando su equipo retornó a Primera, él se convirtió en el tercer delantero de la plantilla tras el recuperado Joseba Llorente y Raúl Tamudo. Sin la grave lesión del hondarribiarra, a lo mejor no hubiera participado ni siquiera en los once partidos que jugó aquel año porque en la primera mitad del curso sólo fue titular en el desastre copero frente al Almería. Hasta la llegada de Montanier, Agirretxe fue un sí pero no. Miren después lo que nos dio.
Jon Bautista tiene un ángel diferente. Se le ve más maduro que lo que parecían sus antecesores a su edad y además las circunstancias le han convertido de veras en jugador del primer equipo. Naturalmente no estoy seguro de que Eusebio le haga pasar por delante de un Juanmi que cada vez que sale está cerca, muy cerca del gol, pero las oportunidades se van a multiplicar porque es el único delantero y habrá tardes, sobre todo en casa, en las que convendrá jugar con una referencia clara arriba. Aunque quizá lo más importante sea que se trata de un jugador que gusta, mucho, a los técnicos del club. Le falta por aprender lo que se aprende jugando en Primera División. Aquí está la ventana abierta que nos puede dar, partiendo de Zubieta, lo que tanto cuesta conseguir por caros que los pagues, goles.