No es la Copa un torneo en el que sean determinantes las dinámicas previas. Se puede ser campeón llegando en crisis y te puedes ir a casa el primer día cuando todos te daban por favorito. Ahora pasa menos porque lo normal es que Real Madrid y Barcelona se encuentren en el último partido, pero pasa. El año pasado Bilbao, con Sito Alonso a los mandos, se llevó por delante a los azulgranas. Gran Canaria dejó fuera a Valencia y Bilbao y resistió al Real Madrid en el último encuentro. Y los blancos necesitaron un error arbitral en el último minuto para hacer bueno el estallido final de Sergio Llull en la semifinal contra un Baskonia al que una vez más le faltaban jugadores importantes. La Copa ACB… El torneo más abierto, el menos previsible, a pesar de las diferencias económicas que sigue marcando el fútbol.
Baskonia tenía y tiene subrayado en rojo la cita de esta semana. Lo malo es que las circunstancias se lo están poniendo muy difícil. Los problemas son evidentes. Toko se recupera de una fisurá de peroné y su ausencia se ha demostrado imposible de cubrir para este equipo. Cada vez que falta, los problemas se multiplican. Encima Diop regresó de Tel Aviv con un tobillo como un queso de Idiazabal y Larkin tampoco pudo jugar el horroroso partido del domingo pasado frente a Obradoiro. Añadan que Bargnani no está ayudando ni poco ni mucho, más bien al revés, a sus compañeros y nos tendremos que acoger a la magia de la Copa para sustentar las ilusiones alavesas en su propia casa y en el torneo preferido de esta afición.
El primer enfrentamiento de los locales abrirá el jueves la competición ante un Tenerife que ha ganado quince de sus veinte partidos ligueros y sólo tiene por delante al Real Madrid. El sábado se estrelló ante el Gran Canaria en el derbi insular pero es un equipo bien trabajado y que juega un baloncesto versátil y extremadamente eficaz. Ya ganaron en Vitoria en su partido de Liga y serán un adversario rocoso para Baskonia incluso en el caso de que pudieran jugar todos, algo que no está ni medio claro. La inauguración se anuncia dramática. Menos mal que la Copa es un chute de adrenalina para el cinco vitoriano y es más que probable que en su cuarto de final este equipo se parezca muy poco al del domingo pasado. No hará falta menos.