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Olivos y minas de plomo

La quinta etapa del X BMW HUMMER RAID Marruecos 2012, apoyado por empresas con tanta enjundia como Das Moto, Husqvarna o Sports Adventure y otras tan juguetonas como La Gitana Loca amén de la complicidad de algunas tan donostiarras como Donosti 4X4 o el ya centenario Club Deportivo Fortuna, llevó a los expedicionarios (algunos magullados, otros tocados pero ninguno hundido) de Erfoud a Tajite por la llamada Pista Citroën y por una recta interminable de 40 kilómetros durante los cuales los pilotos carecían de cualquier referencia en el road book.

Ninguna señal de jaimas, arbustos o pozos. Solo un inmenso pedregal de una belleza sideral. Solo las viejas artes de la navegación: un rumbo, una dirección, 19º Norte que con el paso de los kilómetros se convertiría en 35º Este. Al tiempo aparecerá un pozo, dos burros y una pareja de pastores. Luego el río.La vegetación se transforma de inmediato. Son plantas de agua. Las piedras, montañas antiquísimas pulverizadas por el Tiempo, el Viento, el Hielo y el Sol, se convierten en pulidísimos cantos rodados… ´like a rolling stone’… Y te metes en él. Y como no calcules bien su profundidad, el agua entrará por el tubo de escape y el motor, el motor se romperá. Pero si aciertas en velocidad, en actitud sobre los estribos y en la apertura del gas, serás un anfibio acorazado.. feliz.

Atrás, a unos siete kilómetros a la salida de Erfoud queda, rodeada de espinos de flor amarilla, la lápida que recuerda a Bouche Marius Louis, el primer ´pistero’ europeo de estas tierras donde las tribus orgullosas se enfrentaron a sangre a la Legión Extranjera armada con fuego. La Historia ha quedado atrás pero el río lo tenías, lo hemos contado ya, a tus ruedas.

En un recodo del camino, un restaurante porticado… cerrado se ha transformado en un bar bajo cinco telas y dos tejavanas: Oued Nahm. Avanzamos hacia el Marruecos del futuro precipitado: se construye una gran presa ante la mirada tranquila de dos borricos, uno de ellos, el más joven, con el pelo del invierno aún sin caer. Vigilante, la gran montaña que muestra en sus gigantescas estrías el recuerdo antediluviano de cuando ese pedregal era fondo oceánico.

Un regulador quemado, unos cuantos tés y varios refrescos de cola mientras se espera el camión de asistencia. Al fondo, muy al fondo, por nuevas pistas pardas con mechones rocosos negros, Tajite, un pueblo viejo construyéndose para el Mmañana: cientos de olivos cuyo fruto fue recogido en enero y al fondo, una gran mina de plomo de donde salen los mineros del turno de la mañana del jueves.

Se come en una gasolinera y se vuelve a Missour vía Talsint por carretera. Los niños de las montañas apedrean a los motoristas. ¿Maroc Intifada? No, acostumbran los turistas a lanzarles bolígrafos, euros y caramelos al paso de sus caravanas y cuando no hay regalos, nos apedrean.Por juego grande y venganza chica Basta con girar la moto hacia ellos, el intermitente parpadeante en la noche, para que huyan colina arriba. Pero en el asfalto queda una pantalla de moto rota y sobre el puño de la BMW, un dedo sangra. La policía real, siempre en los cruces,interroga a unos y busca a otros.

El X BMW HUMMER RAID está siendo duro, motos partidas, manos hinchadas.Pero los caminos son para rodarlos y las Estrella Polar vigila inmóvil sobre erl eje de la Tierra. Hoy se sube a Rekkam por pistas rotas. y se embarca en Nador camino a las sierras y arenales almerienses. Ráfagas.