Kaixo. Os escribo desde Helsinki, la capital de Finlandia, donde hemos llegado esta misma tarde tras pasar en ferry desde la bellísima Tallin, capital de Estonia. En esta soleada ciudad, por lo menos hoy, domingo, hacemos un corto balance de los tres conciertos y del viaje. Los de Cracovia, Varsovia y el último de Tallin han sido extraordinarios. Por proximidad horaria, el de Tallin, en la iglesia del Espíritu Santo, en el cuidado centro medieval de la ciudad, fue espléndido: por la sonoridad del templo, por la presencia de espectadores locales y de dos grupos de turistas, uno de ellos de Valladolid, que supieron del concierto del Coro de Cámara Gaztelupe, y por los aplausos cosechados. Los estonios son entendidos y amantes de la buena música coral y premiaron a las voces guipuzcoanas con sonoros txalos.
Calculo que habría unas 200 personas… teniendo en cuenta que era a las 5 de la tarde, con calor y en viernes, supone un éxito. Además se vendieron cuatro discos del coro.
Una gozada. Por las actuaciones del Coro Gaztelupe y por el viaje organizado por la donostiarra Best Travel.
Ha habido algunos cambios en el grupo.
Por ejemplo, Mikel Aldanondo no ha podido venir porque dos días antes
de la salida tuvo un percance con su rodilla. Tampoco vino un habitual
como Jesus Irigoien y está José Ramón Otero. Esos son los únicos
cambios respecto a la ‘alineación’ inicial.
Cuando pueda os cuento más cosas del resto de los conciertos.
Seguimos sin la enhe en el teclado. Pero al menos hay acentos…
Gero arte.