LA entrañable acogida que nos regalaron los responsables de las actividades culturales vascas de la Universidad de Nevada en Reno se nos ha quedado a todos los viajeros en la memoria y, sobre todo, a los componentes del Coro de Cámara Gaztelupe. Carmelo Urza, organizador del concierto y director del Consorcio de la Universidad para Estudios en el Extranjero (University Studies Abroad Consortium en inglés) y Xabier Irujo, codirector del Centro de Estudios Vascos de la citada institución educativa, superaron con mucho lo previsto. Convocaron, a pesar de ser domingo a las 7.30 de la tarde (la mayoría de estadounidenses están cenando a esa hora) a unos 35 vascos o descendientes de emigrantes de Euskal Herria, para el concierto. La sala del auditorio Wells Fargo estaba casi llena con el añadido de los 60 acompañantes de la coral desde Euskadi. Expusimos en el amplio recibidor parte de los 400 libros en euskera que llevamos, donados todos ellos por los asistenets al concierto del pasado 8 de junio en la iglesia de San Viente, en Donostia. Carmelo y Xabier ni se lo creían. Estaban emocionados.

Más aún cuando se inició el concierto. La ventaja es que en la sala había un escenario y la audición resultó perfecta. Mikel Plazaola explicó en inglés la presencia del Coro Gaztelupe y las canciones que iban a interpretar. Se hizo un silencio absoluto. Cada final era aplaudido con intensidad, sobre todo por los vascos americanos presentes. Al final, JJ. Etxeberria, director, ofreció dos bises, terminando con ‘Agur Jaunak’ y todo el auditorio puesto en pie.

Pedimos a Carmelo Urza y Xabier Irujo que subieran al escenario. Jesús Santos, el presidente de la coral, le comentó con buen humor que querían dejar huella de su paso por Reno y le entregó a Urza el grabado con varias caras de un otxote como recuerdo. Plazaola traducía. Luego, este periodista les impuso a cada uno el delantal con el logo de SS-Donostia 2016 de la capitalidad cultural europea de ese año y la camiseta rosa con el mismo, donadas por la entidad a través de su responsable de prensa Katerine Blasco. Finalmente les dimos a cada uno un forro polar de la Real, el libro del centenario del club guipuzcoano y otro de la historia de la pelota en fotografias donados por DV. A cambio, Urza regaló a cada uno de los componentes del coro un niqui con las iniciales de U.S.A.C. del centro del que fue fundador y es diretor. Esa universidad envía cada año unos 400 alumnos a Euskadi, para aprender euskera, conocer el país de sus ancestros y su historia.

Por su parte, Irujo nos llevó a todos a las instalaciones del Centro de Estudios Vascos, dodne nos mostró las aulas, la biblioteca, los 55.000 libros que poseen y que han aumentado cualitativamente gracias a la donación de los guipuzcoanos porque carecían de libros editados en euskera. Lo cual, reconoció Xabier, es muy importante para el aprendizaje de nuestra lengua en Reno.

Tuvimos tiempo de hablar con los hijos de vascos emigrantes, que hablan euskera con acento americano, también en castellano, y todos coincidieron la felicidad que les había supuesto escuchar las canciones que habían oído cantar en casa a sus padres y abuelos.

Nos despedimos con abrazos y mucha emoción. Con la intención de volver a vernos y cantar otra vez.

Sobre estas líneas, Urza e Irujo (de blanco), con los delantales de SS-D 2016 y los regalos de DV, ante Mikel Plazaola, Jesús Santos y parte del Coro Gaztelupe.