Eligieron el nombre de Anaitasuna para el caserío a propósito. Estuvieron listos los responsables de MCC de Arrasate para denominar su sede social en el parque industrial de Kunsan, en Shanghai. “Se trata de un lugar donde poder acoger y recibir a nuestros clientes de China”, me explicaba el director general del parque, el eibarrés Eduardo Sakastea, de 33 años. Seis de ellos como gerente del parque. Mientras me enseñaba las confortables instalaciones, me iba explicando del papel de este acogedor caserío a la entrada del parque de Kunsan. “El despacho de la entrada sirve para reuniones tanto de nuestros empresarios como de cualquiera de una empresa del parque, donde hay dicecinueve vascas y otra gallega que atiende a Inditex, con sus clientes”. Esta sala acoge el premio que mereció MCC en 2011 a la mejor empresa extranjera que se relacionase con las empresas chinas. En un lateral están las fotos de los cestapuntistas que jugaron en el frontón de Shanghai a principios del siglo XX, allá por los años 1920-40…
Una gran cocina, el salón-comedor y los baños completan la planta baja. Unas escaleras que dan a un lateral de una cristalera del tejado permiten ascender cómodamente hasta el primer piso. Lo ocupan unas diez habitaciones. “Aquí pueden alojarse gratis comerciales o responsables de las empresas del parque con el fin de no tener que desplazarse por el caótico tráfico de Shanghai para citarse aquí con sus clientes. Está abierto de lunes a viernes”, explica Sarasketa. Son habitaciones como las de cualquier hotel de calidad. Sin lujos, pero confortables. Cada una tiene en la puerta en vez de un número una designación geográfica de Euskadi para identificarla. Montes, macizos como Aiztkorri (la de la foto), ríos…
En la tercera planta se encuentra su propio despacho, una sala multifuncional y un gimnasio bien dotado de maquinaria para hacer pesas o ejercicio sin tener que correr por el parque.
Por fuera, impresiona la edificación, típica de un baserri, en ladrillo rojo, tejado a dos aguas y el amplio lucernario acristalado que permite tener luz natural en todo el interior. Tendrá unos 40 metros de ancho por unos 30 de profundidad y unos 16 metros de altura. Allí pudimos disfrutar el Coro Gaztelupe y los otros 75 viajeros de su confortabilidad y de la amabilidad de Sarasketa.
Os dejo unas fotos del caserío Anaitasuna y de su director gerente mostrando la foto de los cestapuntistas de hace un siglo en Shanghai.