Se ha desatado la polémica por el proyecto de Eurovegas, en Alcorcón, a dos pasos de Madrid. Que si se permite fumar en los casinos irá en contra de la Ley Antitabaco aprobada en España hace cuatro años. Hemos estado en Las Vegas en octubre del año pasado. Y en los casinos se permite fumar. Nadie dice nada ni ha protestado nadie. ¡Con lo que son los estadouniden ses! Ya se sabe que no se puede beber alcohol -ni una triste cerveza- caminando por la calle o sentado en una acera o un parque. Cualquier botella de alcohol hay que llevarla oculta o tapada en una bolsa de papel de estraza. No permiten el más mínimo desliz cuando imponen sus leyes. Sin embargo…
Sin embargo en Las Vegas se puede fumar en los casinos. Las gigantescas salas de juego están en el centro del hotel. Normalmente. Uno entra a alojarse y tiene que pasar por un ancho pasillo en el que a los lados están las mesas y las máquinas de juego para poder llegar a recepción. O bien el propio casino ocupa la parte central del edificio y para ir a las habitaciones, restaurantes o bares hay que cruzarlo o circundarlo. En las máquinas de juego, en las de la ruleta, el bacarrá o dados la gente está fumando. El público que está caminando por los pasillos o sentado en los bares que rodean las salas de juego no dice ni pío. Dan por hecho que fumar mientras se apuesta es una hecho asumible.
Tampoco hay humaredas que marean al jugador, o flotando y rebotando por el techo, o que no dejan ver las fichas de la ruleta. Lo cierto es que ni se nota que hay humo, porque los extractores funcionan ‘a la americana’: es decir, sin descanso y con eficiencia. No te da sensación, incluso aunque no seas fumador, como muchos de los que apuestan su dinero en Las Vegas, de ser un sufrido fumador pasivo, ni de que vas a coger una carraspera grave, ni de que la ropa te va a oler a tabaco hasta que regresas a casa de las vacaciones… Se fuma con calma, casi jugando más con el cigarrillo en la mano que apurando la colilla como un poseso. Es decir, se fuma mientras se juega, mientras la bolita rueda o salta de número y de color, mientras el o la croupier reparte las cartas. O no se fuma. Te dejan elegir si quieres fumar mientras apuestas o no. Depende sólo de ti.
A la espera de ver qué pasa con Eurovegas -hay mucha tela que cortar aún en ese proyecto- la pelea política, social y sanitaria va a ser ahora la del cigarro en los casinos… He podido comprobar cómo quien juega en la ruleta y el bacarrá mientras fuma, en cuanto pierde, o gana, y se va, apaga el cigarrillo, o lo deja en el cenicero. Ni siquiera se lo lleva entre los dedos hacia el bar o la salida. Para eso son también muy norteamericanos: no se puede fumar fuera del casino porque está prohibido. Y punto.
No os puedo dejar fotos de la gente fumando en las mesas de juego porque, simplemente, no permiten fotografiar al público o al cliente. También para eso son muy estadounidenses…