La joven de la perla.
De los muchos cuadros que me han inspirado a lo largo de los años es La joven de la perla del pintor holandés Johannes Vermeer uno de mis preferidos. La sencillez que envuelve la atmósfera de esta joven de una belleza lejana y en muchos momentos inquietante, la austeridad de medios empleados por el pintor para enfrentarse con el rostro bello y enigmático, la carnalidad de su boca, la intensa opresión de su mirada que parece perseguirte de por vida. Es un retrato de la austeridad y sin embargo la magia que despierta ante cualquier espectador, a través de los siglos, convierten a esta joven en una de las pinturas mas modernas. Vermeer traza con finas pinceladas el retrato de una desolación. Nadie sera nunca, ni por asomo, tan hermosa como la joven que adorna su oreja con una sencilla perla y gran parte del enigma que rodea esta pintura tiene que ver que nadie sabe con exactitud de quien se trata. Hay quien afirma que era hija del artista, otros especularon que se trataba de una joven criada y muchos afirman que es una ensoñación del pintor que creo una mujer ideal y la envolvió de una luz misteriosa que ninguno de los otros retratos de Vermeer posee .Fechado hacia 1665 La joven de la perla es junto al paisaje titulado: Vista de Delft los logros mas destacados del pintor. Muchas veces he recreado en mis retratos el ambiente y la luz de La joven de la perla, he pasado horas y horas delante de este lienzo singular para después inspirarme de el.
