Es difícil encontrar en la historia de la literatura un autor que me haya dado tanto como Marcel Proust desde que leí de un tirón los siete tomos de su obra cumbre. En busca del tiempo perdido. La descripción de ese mundo evanescente poblado de personajes de otra época, sus pasiones, sus miedos,su sexualidad y las consecuencias de los vaivenes del tiempo en sus vidas,los largos monólogos donde en todos sus personajes se desvela la sombra del autor. Los paisajes normandos donde trascurre una parte de la acción y las calles, las avenidas parisinas donde los héroes de Proust viven sus pasiones desenfrenadas. Enfrentarte ante esa obra descomunal la primera vez produce una emoción y un placer solo comparable a la primera vez que uno se enamora, Proust nunca decepciona, ni aburre ni defrauda en ninguna de sus paginas, al contrario,el ritmo lento de la novela da la apariencia de un gran fresco, del retrato fotográfico mas cruel y despiadado de una época que es la suya, la del final de siglo XIX y el comienzo del XX. Imprescindible, simplemente prueba, después cada cosa que leas te parecerá prescindible.