Celebrar hoy en día 30 años en una profesión es ya un milagro, si ademas se trata de 30 años en una profesión artística, como de ser fotógrafo de moda ,es mucho mas que eso, se convierte en una odisea.
En 1982 con la ayuda de mi padre que me regalo mi primera cámara Nikon empece hacer fotos a todo el mundo con la idea de preparar mi primer portafolio para presentarlo a las agencias de modelos y las revistas. Nadie confió en mi, no es de extrañar, antes de eso había perdido el tiempo en la Universidad complutense intentando estudiar una carrera, mientras la vida pasaba frente a mi,eran los años de la Movida y todo lo que había que fotografiar pasaba delante de mis narices en la calle.
Con esa premisa me forme a toda velocidad mientras un cineasta como Pedro Almodovar rodaba sus primeros largometrajes en Madrid, comencé a realizar mis primeros trabajos: las contraportadas de la Guiá del ocio. Ese trabajo me permitió montar un pequeño book con mis añoradas publicaciones y enseñarlas a los clientes. No fue fácil, fue por aquellos años que tuve mi primer estudio de fotografiá en la calle Fuencarral, un estudio que fue muy popular en aquellos años 80 por ellos pasaron los actores mas rutilantes, los modelos mas deseados y una legión desconocidos que hizo de aquel estudio un pequeño mito. Todo el que quería triunfar tenia que hacerse las primeras fotos en el, de Mecano a La Unión, de Luis Miguel a Richard Gere,Aun recuerdo el frió que hacia en invierno y las toneladas de talento y energía que dedicamos todos los que allí nos reuníamos, pintores, directores de cine, artistas,fue verdaderamente un lugar maravilloso y la magia que allí se produjo, no ha vuelto a repetirse en ningún sitio mas. En aquel espacio de 300 metros cuadrados a unos pasos de la Gran Via se hablaban todas las lenguas y por allí pasaron armenios, rusos, americanos, franceses y hasta croatas,gitanos,drogadictos,sin papeles ni techo, millonarios, putas y camellos,en perfecta armonía.
Fue una época maravillosa donde forme mi estilo y desde donde viaje sin reposo a Paris, Miami y Cannes y fui ensanchando mis posibilidades y mis propias fronteras. En 1995 tras presentar mi segundo libro de fotografiás titulado: Piel de Serpiente me volví a San Sebastian .Desde Donosti he continuado viajando sin parar por todo el mundo sin perder uno solo de los placeres que descubrí con el arte de mirar. Ahora que se celebran exactamente 30 años desde entonces he querido recordarlo, no con nostalgia, pero si con la sensación de que el tiempo ha pasado y no he dejado durante todos estos años, por mucho que me hicieran tambalear el viento y las circunstancias ni un minuto de pensar como un fotógrafo. Estoy contento de poder vivir de esta profesión tan difícil donde solo vales por lo ultimo que has hecho y donde desgarrarse los unos a los otros es mucho mas fácil que manejar el foto-metro.
Pero he sobrevivido a todo y me hecho fuerte, tanto que hoy en día miro mucho y sonrió ante los atolondrados que Dios ha puesto a mi paso y que creen que son estrellas por que han ganado un premio Kodak, por que han fotografiado una portada de una revista o les reciben con champan en las discotecas mas famosas de Sait Tropez. Conviene recordar en esos casos que en el año 1992 cuando Brad Pitt vino primero a Valladolid y luego a Madrid a presentar Thelma y Louise nadie le dio comba y fue un servidor el que le escolto en la noche Madrileña sin que nadie, ni una sola chica saliera a cenar con nosotros al famoso Archie .Simplemente por que entonces, no era nadie y su esplendida belleza no fue suficiente atractivo para encender el morbo de mis amigas acostumbradas a que les encasquetara a los típicos modelos que no tenían donde caerse muertos.Tanto tienes tanto vales.
Os dejo el link de mi pagina web para que podáis ilustrar este texto con las imágenes de mis primeros 30 años en la fotografiá,
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