Me declaro incondicional de la falda de lápiz o de tubo y reconozco que se ha adaptado a los tiempos perfectamente, que es lo que más me atrae de ella. Muchas son las posibilidades con las que cuenta a la hora de lucirla en un estilismo. La hemos sometido a distintas estilos y estilismos, y ha superado las pruebas y ¡con nota!
Como en ocasiones te he contado sobre la historia de las prendas, también te deleito con la historia de esta falda elegida. Este clásico fue introducido por Christian Dior a finales de 40 y debatió su protagonismo con las faldas de vuelo en los años 50. Se popularizó gracias a los uniformes de oficina de las secretarias. Su estructura llevaba a la persona a la imagen protocolariamente correcta: piernas muy juntas al sentarse, andares contenidos… En aquella época fue una prenda de muy limitadas combinaciones a lo que el estilismo se refiere y sólo se fusionaba con camisas.
Pero ahora los tiempos han cambiado. La falda lápiz o de tubo se ha versionado de muchas maneras, sabiendo adecuarse a las modas. Desde cuero hasta dením, estampadas o con tachuelas…., hacen de esta falda un clásico más en el hueco de nuestro armario. Ya no hay normas y es tan apta tanto con un zapato de salón como con una deportiva.
Hoy te cuento pequeños trucos de estilismos que se ajustan a este clásico transformado para el armario de las mujeres del siglo XXI.
Si tu silueta es más ancha de hombros que de caderas, apúntate a las faldas de tubo atrevidas. Es decir, da rienda suelta a los estampados, decoraciones y colores vivos. La parte superior deberá ser lo más sencilla posible. Apuesta por los básico en esta zona.
Si tu silueta está compensada en hombros y caderas, nos centraremos más en la cintura. No te debe faltar un cinto que la dibuje. La parte superior puede ser tanto vaporosa como ceñida.
Si tu silueta es más ancha de caderas que de hombros, deberás tener especial cuidado con este tipo de faldas. Éstas tendrán que ser muy sencillas y no demasiado ajustadas además de ser en tonos neutros. Dale protagonismo a la prenda de la parte superior, que en ningún caso podrá ser una prenda ajustada. Juega con las formas y deléitate con los estampados y detalles en la parte superior.
Si tu silueta es ovalada, también deberás tener una especial atención con esta prenda. Tanto la prenda superior como la inferior, deberán ser en tonos neutros y no podrás olvidarte de un fino cinturón.
¿Te gusta este tipo de falda? ¿Cuentas con ella en tu armario? Deja tu comentario, me encantará saberlo.
Feliz día
Yolanda Caral.
Fotografía Pilar. g Barco.