La Agenda Portátil de hoy: Mi mili fue ir a Burgos y ser declarado inútil… total / Los gurús reparten felicidad en SS / De cómo Rebor descarga energía positiva, Vasallo cantará otra vez con Erentxun y Bokado seguirá en el Aquarium
¿Tú te libraste de la mili o eras de los tontos? Estos días se cumplen diez años de la desaparición del servicio militar obligatorio y todo varón viviente recuenta su mili, su objeción de conciencia o su insumisión. Lo siento: yo sólo puedo contar mi inutilidad. Voy a proponer a Joti Díaz que en sus crónicas ciudadanas, aparte de contar las periódicas reuniones de quintos (¡hay que ver cuánta gente pasó por Loyola! ) relate reuniones de aniversario de insumisos u objetores. Los de mili KK, y así.
Se lo cuentas ahora a un chaval de quince años y alucinaría: la parecería un ‘Cuéntame’ de Atapuerca. Cuando cumplías la tierna edad reglamentaria (¿eran los 18?) te convocaban en el Ayuntamiento para la talla. S i tenías algo que alegar, era el momento.Yo alegué: miope. Y me citaron en los cuarteles de Loyola para pasar el primer tribunal médico. Militar, por supuesto.
Vaya show. Allí estábamos miopes, sí, pero también cojos, chavales con síndrome de down acompañados de su madre y pícaros dispuestos a alegar psicosis depresiva. Los casos más claros recibían ya ahí su exención de la mili: al resto nos citaban en Burgos.
Pues a Burgos. Debías coger un tren de carga que salía de madrugada, así que para hacer tiempo cerrabas unos cuantos bares (¡fíjense si hace años de todo esto que en Donostia aún había bares que cerraban tarde!). Luego, al vagón, Y para las seis de la mañana ya estabas a la sombra del Cid. Resacoso y nervioso.
Cuando me tocó a mí llovía a cántaros. Y el único sitio donde guarecerse a esa hora era la catedral. Nos tragamos la misa de 7 y alguno hasta comulgó: precisamente el que iba a alegar depresiones. Ya ves tú. A mi me pareció que el papamoscas nos miraba con sorna. Pringaos, pensaría.
Pringaos, sí: así nos trataron en el cuartel. Aquello me pareció como West Point en versión Ozores. Señor, sí, señor. Cuando me pasaron a la consulta del oculista me reconoció un caballero de bata blanca (yo me la imaginaba caqui) que usaba una regla de cristales que más parecía para caballos que para humanos. ¡No apto!, gritó para que lo apuntara un chaval en uniforme de campaña. Pues «no apto»: a eso había venido. A la estación, al tren del infierno y a casa.
Las historias reales de la puta mili generaron un gran comic de Ivá y adpataciones a la tele y el cine. Mi no-mili sólo da para esto. Parezco un aitona contando su batallita. Y tú: ¿hiciste la mili, eras de los tontos… o eres mujer?
Don’t worry, be happy!
Me hago mayor, sí. Antes, cuando escuchaba hablar de felicidad a un pope de la autoayuda me echaba la mano al escepticismo. Ahora les entrevisto.
Esta semana ha pasado por el Palacio de Miramar el ‘top ten’ de la inteligencia emocional mundial. «¿Ya valorais en esta ciudad lo que supone tener a toda esta gente en un mismo congreso?», me dijo en un aparte el psiquiatra Luis Rojas Marcos. Pues quizás no. Resultaba divertido: bajo el epígrage ‘Diálogos de cocina’ han desfilado por Donostia gente que son como las Julia Roberts y los Brad Pitt de la psicología positiva. Desde el gurú Martin Seligman, un tipo que se cotiza como una estrella del rock, hasta el gran publicitario Toni Segarra.
En la sala de máquinas de todo eso está Andoni Luis Aduriz, el cocinero a quien más y mejor se le va la olla. Aduriz y sus colegas (Arzak o Subijana) están empeñados en hacer de estos ‘diálogos de cocina’ un clásico del calendario local, al estilo de los festivales de jazz y cine, y lo van consiguiendo.
He pasado horas con los gurús. Algunos venden humo, otros cuentan vidas plagadas de anécdotas y realidad. El martes tomé el aperitivo en el María Cristina con Rojas Marcos y me quedé con sus enseñanzas: mira la vida en positivo y deslígate de los amargados.
Pues eso. Aunque reconozco que después de esa conversación volví al periódico a pie, dando la vuelta al Paseo Nuevo, y esa caminata por nuestra corniche fue la mejor terapia positiva. ¿Autoayuda de verdad? Menos palabras y más promenades.
P.d. 1 El Festival de Jazz, cuyo cartel fue presentado ayer, nace con los mejores augurios: el jueves, tras la reunión del jurado cartelista, Aduriz y su equipo sirvió en Gaztelubide una extraordinaria comida con un menú ‘tradicional’: el cocinero del Mugartitz también borda las kokotxas.
P.d. 2 En esa comida supimos que Diego Vasallovuelve a los escenarios. El 19 de mayo actuará en Donostia con Rafa Berrio, como adelantamos aquí, y en mayo comparte cartel con… ¡ Mikel Erentxun! Será en sitios como Valladolid o Madrid: cada uno cantará su parte pero al final los dos Duncan Dhu volverán a cantar juntos. ¡Que paren la rotativa!
P.d. 3 El jueves el consejo de administración del Zinemaldia celebró su primera reunión con José Luis Rebordinos como director. Me cuenta ‘garganta profunda’ que los consejeros no daban abasto con el gran Rebor: su torrente de energía les dejó boquiabiertos. Sigue así, Rebordinos. De momento recuperamos los tres ciclos paralelos. ¡Bien!
P.d. 4 Requisitos formales han obligado a sacar nuevamente a concurso el restaurante del Aquarium. Y aunque ha habido algunos juegos de salón que han estado a punto de provocar un cisma en la hostelería local, Bokado seguirá al frente con un montón de nuevas ideas que compatibilizarán con la parte ‘hostelera’ de San Telmo. Habrá noticias.
P.d. 5 De Chillida-Leku hablamos cuando termine la partida de mus. Qué historia tan triste para tan poderoso museo.