Elogio de este Tour: como una novela de Agatha Christie
Hay dos novelones en
marcha este julio.
marcha este julio.
Uno, de serie negra,
se representa en Londres con Murdoch de malo y la ejecutiva pelirroja de mujer
fatal: confiesen, amigos, que Rebeca les pone.
se representa en Londres con Murdoch de malo y la ejecutiva pelirroja de mujer
fatal: confiesen, amigos, que Rebeca les pone.
Pero hay otro que no
es negro, sino multicolor (como la serpiente, ya sabes) y se juega en las carreteras
francesas. El Tour es este año como una novela de Agatha Christie y algunos lo
celebramos con júbilo.
es negro, sino multicolor (como la serpiente, ya sabes) y se juega en las carreteras
francesas. El Tour es este año como una novela de Agatha Christie y algunos lo
celebramos con júbilo.
Venimos de la era
Hinault, de la era Indurain, de la era Armstrong… Reinados donde la carrera
era previsible porque siempre ganaba el emperador de turno.
El Tour de este año
está abierto. Contador era el favorito pero anda, dicen, con pocas fuerzas, más
gastadas por sus caídas (quizás hoy hemos visto el principio de la remontada). El francés Voeckler puede ser la sorpresa: sus colegas
de asfalto le maldicen pero engancha a los franceses en su chovinismo y es una especie de antihéroe que anima la rama. Los
hermanos Schleck eran tan prometedores como los hermanos Lumiére pero empiezan a
parecer los hermanos Malasombra. Cadel Evans puede ser el tapado, como el
mayordomo de las novelas, y Samu Sánchez es nuestro hombre en
París.
está abierto. Contador era el favorito pero anda, dicen, con pocas fuerzas, más
gastadas por sus caídas (quizás hoy hemos visto el principio de la remontada). El francés Voeckler puede ser la sorpresa: sus colegas
de asfalto le maldicen pero engancha a los franceses en su chovinismo y es una especie de antihéroe que anima la rama. Los
hermanos Schleck eran tan prometedores como los hermanos Lumiére pero empiezan a
parecer los hermanos Malasombra. Cadel Evans puede ser el tapado, como el
mayordomo de las novelas, y Samu Sánchez es nuestro hombre en
París.
Cualquiera puede ser
el ganador. Como en Diez negritos, a partir de hoy irán cayendo uno tras
uno.
Ha habido etapas
decepcionantes, como la “reina” de los Pirineos que los ciclistas subieron
mirándose de reojo. Dice mi admirado Ander Izagirre que también disftruta de ese
ciclismo ajedrez, distinto del ciclismo boxeo de las grandes
gestas.
decepcionantes, como la “reina” de los Pirineos que los ciclistas subieron
mirándose de reojo. Dice mi admirado Ander Izagirre que también disftruta de ese
ciclismo ajedrez, distinto del ciclismo boxeo de las grandes
gestas.
Pero hoy era una etapa de
transición que ha terminado en etapón, sin que nadie lo hubiera
previsto.
transición que ha terminado en etapón, sin que nadie lo hubiera
previsto.
Y es que los
expertos en ciclismo son como los gurús de la economía: cuando anuncian días de
calma es cuando saltan las hostilidades. Y el día siguiente nos explican por qué
ha ocurrido lo que ellos no dijeron que ocurrría.
Viva el
Tour.
Tour.