Quienes lo vivieron lo recuerdan aún hoy como un concierto de leyenda. «Acababa de celebrarse el juicio de Burgos, el País Vasco estaba en ebullición y llegaba un músico que era todo un símbolo de libertad y de lo que entonces se llamaba ‘canción protesta’», rememora el periodista Gorka Reizabal, uno de los espectadores que abarrotaron el Victoria Eugenia aquella noche del 9 de febrero de 1971. Bueno, más que ‘abarrotar’ «triplicamos el aforo, lo que provocó algún problema posterior con la dirección del teatro».
El protagonista de aquel concierto mítico era Pete Seeger, el músico norteamericano fallecido esta semana a los 94 años, el ‘patriarca del folk’ al que las generaciones más jóvenes llegamos a través de Bob Dylan o Bruce Springsteen. Asomarse a todo lo que rodeó el concierto es revivir una época de nuestra historia doméstica, en blanco y negro… y con los porrazos de los ‘grises’ por medio, según el recuerdo de algunos de quienes vivieron el acontecimiento en primera persona.
Seeger llegó a España de la mano del cantautor Raimon. El 7 de febrero de 1971 actuó en Terrassa y luego pasó tres días aquí con los artistas de Ez Dok Amairu. Xabier Lete, Joxan Artze o Benito Lertxundi fueron anfitriones de Seeger y le llevaron a los ‘santos lugares’ de la resistencia de entonces, como el restaurante Aurrera de la calle Urbieta (lugar que necesitaría otro documental en sí mismo). El norteamericano dio una entrevista radiofónica a Joxemari Iriondo que es también ya otra de las piezas legendarias de la época.
Pero el momentazo fue el concierto. «Yo estudiaba entonces Periodismo en Pamplona, pero nos escapamos hasta Donostia entre semana para una actuación que intuíamos esencial», dice un emocionado Reizabal. Y lo fue: un espectáculo artístico y sobre todo un acto reivindicativo.
Es divertido leer hoy la crítica que escribió entonces en este periódico Jacinto Pérez Iriarte, resaltando las apelaciones que hizo Seeger «a la voz del pueblo» y a la «esperanza» en un país que vivía aún en pleno franquismo. «Toda la sala, abarrotada de un público joven, tarareó las canciones más conocidas. Al final, todo el teatro cantó con Seeger el ‘We shall over come’ (Venceremos)», remataba la crónica del concierto, cuya copia reproducimos aquí al lado.
Algunos de los asistentes me aseguran que a la salida hubo cargas policiales junto al Victoria Eugenia. Lo cierto es que los conciertos previstos para días posteriores en Madrid y Barcelona fueron prohibidos y solo hubo una actuación más, en Sevilla. Parte de la historia se contó hace años en un trabajo televisivo de Erik Zapirain presentado por Amets Arzallus.
Seeger, aquel hombre con cara de bueno, banjo eterno, referente de toda la progresía y padre del folk ha vivido hasta los 94. La noticia de su muerte ha activado muchas memorias, también aquí cerquita. ¿Viste tú a Pete Seeger en San Sebastián aquella noche de febrero de 1971?
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