¿Qué pinto yo hablando de ‘nordic walking’? Pues ya tocaba: quienes hemos hecho del paseo diario una terapia vemos con curiosidad la ‘marcha nórdica’, el fenómeno que arrasa: ese andar con bastones que no solo activa los pies, sino la parte superior del cuerpo.
Comenté con el gran Jesús Mari Alquézar, expresidente del Vasco de Camping y donostiarra militante, mi curiosidad ante esta práctica aparentemente saludable. Y como la filosofía de este perejil de tantas salsas se resume en el «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy», en apenas unos días me encontraba ya en las verdes praderas del Palacio de Miramar realizando un rápido cursillo de inmersión en ‘marcha nórdica’ de la mano de la profesora Marijo Villalba y del propio Alquézar.
Les resumo la escena. Jueves por la mañana, parque de Miramar. En el Palacio varias decenas de figurantes vestidos de época ruedan una de las escenas más espectaculares de ‘Operación Concha’, la película que contará en clave de comedia un robo dentro del Festival de Cine. Hasta el director Fernando Colomo pasa por ahí. «He venido a hacer un ‘cameo’ en el filme», me dice. Y entre cámaras, focos y gente vestida como si hubiese salido de una secuencia de ‘Los miserables’ (“estamos rodando una secuencia que es una película dentro de la película”) aparecen mis ‘profesores’ enfundados en su ropa deportiva.
Y allí convivimos, los del cine con los de la marcha nórdica. Marijo Villalba es algo así como ‘la princesa del pueblo’ del ‘nordic walking’ en Gipuzkoa. Es monitora y responsables de esta actividad en el Club Vasco Camping junto a Jesús Mari Alquézar. Y un encanto con la suficiente paciencia para enseñar las nociones básicas de la cosa incluso a un torpe como el que suscribe.
Este tipo de marcha nació en Finlandia a finales de los 90 y se ha popularizado por todo el mundo. Consiste en andar con dos bastones especiales, de modo que se pone en marcha tanto el sur del cuerpo como su norte. Requiere unas mínimas instrucciones para aprovechar bien sus posibilidades y quienes llevan tiempo practicándoao ensalzan sus virtudes. Hay tanto tratado escrito al respecto que les ahorro la wikipedia: solo he venido a contar mis propios pasos.
Probé y me gustó: ya tengo mis bastones. Cientos de guipuzcoanos se han entregado a este ejercicio y Marijo llena sus cursos. (Si alguien quiere más información, su web es cursosmarchanordicadonostia.es). El domingo me perdí, ya en solitario, con los dos palos por los caminos más solitarios de Igeldo: aún me da corte ser visto de esa guisa.
Murakami escribió su tantas veces comentado ‘de qué hablo cuando hablo de correr’, y aquí escribimos muchas veces «de qué hablamos cuando hablamos de andar». Habrá que ir pensando en el «de qué hablamos cuando hablamos de marcha nórdica». O así.
(en la foto, Marijo Villaba y Jesús Mari Alquézar en los jardines de Marimar con sus bastones).