Las series de televisión suelen graban un episodio piloto de prueba. Las nuevas publicaciones se foguean con sus números cero. El domingo vivimos el “ensayo general” de un restaurante que vuelve.O sea, el pre-estreno de un reestreno.
Estábamos convocados una treintena de amigos y residentes en San Sebastián (o alrededores). Les pongo en antecedentes: el Narru se abrió en Gros hace años de la mano del joven cocinero Iñigo Peña. En poco tiempo ganó prestigio y clientes con una cocina sin tonterías, una visión contemporánea de la buena gastronomía de siempre. Luego hubo problemas con el local (esas cosas que pasan en la hostelería) y el Narru cerró provisionalmente avisando que volvería: en otro sitio pero con la misma personalidad.
Entonces el Narru encontró al Niza. O viceversa. El clásico hotel de La Concha, ese espacio de aire francés en el que recalan artistas y gentes de mejor vivir, buscaba renovar su oferta gastronómica. Hubo flehazo. Iñigo Peña y su equipo dirigen ya el bar-café del hotel (el Biarritz) y esta semana abren el restaurante en la planta inferior, donde estaba La Pasta Gansa.
Y ahí aparecemos nosotros: el domingo había ensayo general con público. Treinta conejillos de indias (pero felices de ser sometidos a semejante experimento) nos distribuimos en las mesas, recibimos nuestras cartas y empezamos a pedir. Comimos, bebimos y brindamos: prueba superada.
A Iñigo Peña no se le ha olvidado cocinar. Mantiene sus platos ya clásicos (desde el arroz meloso hasta el secreto de ibérico), y juega con las verduras, el pescado o la carne (del cochinillo al cordero) respetando el producto y actualizándolo lo justo.
Abre ya. Durante la semana mantendrá un menú que no llega a treinta euros y que llenó el viejo Narru muchos días, y la carta siempre estará abierta al público, of course. Y en el Biarritz, raciones y pintxos (incluido precisamente el Biarritz, creado en homenaje al bar con chipirones y sabor a mar).
Narru en Niza. Parece el título de una película de Truffaut o de Hitchcock, pero es la historia de un feliz encuentro: un clásico/clásico y un clásico/joven se unen.
Post escrito sin música pero pareciéndome que entro en el terreno de Sopa de ganso. O así