Venimos de la era
Hinault, de la era Indurain, de la era Armstrong… Reinados donde la carrera
era previsible porque siempre ganaba el emperador de turno.
Cualquiera puede ser
el ganador. Como en Diez negritos, a partir de hoy irán cayendo uno tras
uno.
Y es que los
expertos en ciclismo son como los gurús de la economía: cuando anuncian días de
calma es cuando saltan las hostilidades. Y el día siguiente nos explican por qué
ha ocurrido lo que ellos no dijeron que ocurrría.