La Agenda Portátil / La subasta de ‘El Sol’ y la alternativa ‘cool’ de Donostia / Ainhoa Arteta, Leire Van Gogh y Santos, terapia optimistamente incorrecta / Fuí a Burdeos y descubrí al finlandés Paasilinna
Déjenme que empiece felicitando a ‘garganta profunda’: gracias a su ayuda, hace meses escribimos aquí que el festival El Sol terminaría en Bilbao. «El botxo da el oro y el moro y al elegir Bilbao se queda en Euskadi. De ese modo la organización puede decir que no se va por razones políticas». Así lo contó ‘garganta’ y así lo contamos. Ayer llegó la confirmación. El Sol hace caso al axioma publicitario: si encuentra una ciudad mejor, cámbiese. Bilbao no es mejor, pero paga más.
Ha sido una subasta al mejor postor en toda regla, disfrazada de «cuestiones técnicas». El Sol ha dejado durante años mucho dinero en San Sebastián, pero también es verdad que cada vez menos: en los últimos años bajó la cifra de congresistas y con la cartera menos rumbosa. La crisis. Ojalá se hubiese quedado, y ojalá el nuevo gobierno local hubiese sido más hábil a la hora de amarrar el festival.
Pero no hagamos un drama: era como un congreso de cardiólogos, cerrado a la ciudad. A sus organizadores les han perdido las formas: se les vio demasiado la obsesión por el dinero. En esa pelea poco hay que hacer frente al poderío de Bilbao. Hay gente a la que fastidia más que El Sol se vaya al otro lado de la autopista que el hecho de que se vaya. Algunos chistes desde el botxo, apuntando que su próximo objetivo es el Zinemaldi, no ayudan.
Ahora, instituciones y fuerzas vivas guipuzcoanas, no lloren: actúen. Circula por ahí un proyecto elaborado por gente con talento para realizar en Donostia un festival de cine publicitario ‘cool’, moderno, vivo, abierto a la ciudad y con garra. Es una alternativa a El Sol, que se estaba quedando viejuno: al estilo del Zinemaldi grande, un certamen divertido y al que vengan de verdad los mejores publicitarios españoles, o del Estado, o eso.
Hay quien ha entendido que el proyecto es «una sección dentro del Festival de Cine». No: es un festival nuevo e independiente que sí podría tener la complicidad del Zinemaldi. Ante el vicio de lamentar lo perdido está la virtud de apostar por lo nuevo.
Ainhoa, Leire y Miguel, el tercero
Entramos en días de premios. Ayer el ‘todo Gipuzkoa’ asistió a la entrega de los premios Protagonistas en el hotel Londres, pero eso lo contamos en otras páginas. Aquí anoto mi encuentro con gente que carga las pilas de energía positiva. En estos tiempos en los que impera lo «pesimistamente correcto» (sólo vale decir ‘qué mal está todo’) es un placer estar con personas «optimistamente incorrectas».
Ainhoa Arteta, por ejemplo. Afincada en Barcelona, vive un momento dorado en lo profesional y en lo personal: irradia buena onda, sin aires de diva, cada día más natural. Ayer charlaba con Leire Martínez, la cantante de La Oreja de Van Gogh, y se felicitaban mutuamente por el éxito de sus discos. Leire es otro ejemplo de buen rollo: sigue siendo la vecina-de-al-lado (cada vez más guapa, eso sí) pese a acumular éxitos. Y el tercero en discordia era otro apóstol del optimismo, Miguel Santos, que vive un particular, contagioso y feliz nirvana.
Un rato con esas tres personas es una terapia: como ir a unas termas de burbujas mentales. O así.
Ir a Burdeos y aparecer en Finlandia
Pero antes de los premios tuve tiempo para una escapada. Quería huir de la crisis de la Real, de Twitter, del aluvión de cocineros de la semana pasada. Y nada mejor que Burdeos para una escapada: llegas en dos horas y pico de coche y te sientes en otro mundo. En las barras de los bistrots en vez de El Diario Vasco te encuentras el ‘Sud Ouest’.
Burdeos es como una Bayona grande o un París pequeño. Pasear junto al río, tomarse una ‘biere pression’ en una terraza con calefactor o ir a una película a Utopía, su cine alternativo, son placeres que renuevan.
Metí en la maleta un libro que, curiosamente, hablaba también de escapadas. Quería recuperar la pasión de una lectura reposada más allá de los 140 caracteres de Twitter. Y disfruté con ‘El año de la liebre’, una sátira divertida e inteligente del finlandés Arto Paasilinna. Es la historia de un periodista harto de su rutina que se pierde en un bosque para cuidar a una liebre herida… y acaba viviendo un año de aventuras por todo Finlandia.
Fuí a Burdeos y terminé en Helsinki. Pero volví a Donostia para escribir sobre Bilbao. Más o menos.
P.d. 1 Si esta semana no has visto a John Galliano en San Sebastián es que estás dormido. El diseñador ha pasado dos días en Donostia y lo ha visto todo el mundo, quizás porque su aspecto no le hace pasar inadvertido. Le vieron cenar en Portuetxe, hacer shopping por el centro y tengo un amigo que coincidió con él en el ascensor del Londres. Ya se ha ido. Y sin incidentes…
P.d. 2. Ya están casi agotadas las entradas para Springsteen en Anoeta. Y ‘sold out’ en Barcelona. Apuesto a que pronto saldrán más fechas de la gira. ¿Alguna cerca?
P.d. 3. En el Cook&Fashion del jueves destacaron las modelos, las cocineras… y tres jugadores de la Real que acapararon las miradas. Xabi Prieto, Alberto de la Bella y el joven Carlos Vela estuvieron encantadores con todo el mundo.
P.d. 4. ¿Qué prestigioso cocinero dicen que va a aterrizar en el hotel Orly? ¿Quién llevará el Urola, que podría reabrirse antes de lo que temíamos? ¿En qué calle de lo Viejo abre un italiano ‘diferente’?
mezquiaga@diariovasco.com