¿Quién es el guipuzcoano del año?
La Agenda Portátil / Una portada para el Time de Giputxilandia / Volar desde Hondarribia / Un Tambor colectivo
Sabemos bien qué acontecimiento es la noticia del año, pero no está tan claro quién es el guipuzcoano del año. El 2011 quedará para la historia como el final efectivo de ETA, o eso esperamos. Pero si existiese una revista Time en Giputxilandia, ¿qué careto pondría en su portada?
Para Time, el personaje de este año es colectivo: los que protestan en todo el planeta, indignados incluidos. ¿Y para un Time guipuzcoano? El otro día pedí ideas a través de las redes sociales y recibí un buen puñado de candidatos.
Más de uno proponía el tándem Eguiguren-Otegi como representación de la paz, o como se llame eso. Alguno añadía a Paul Ríos, de Lokarri, hasta que el propio Ríos irrumpió en Twitter. «Barkatu, baina bizkaitarra naiz», escribió como disculpándose. Y otros internautas proponen a las víctimas como protagonistas que mejor encarnan el ‘año del fin’.
Han pasado muchas cosas. Como el cambio en las diputaciones y los ayuntamientos: acabó el odonato municipal (ahora el odonato se traslada a la carrera de San Jerónimo) y llegó Juan Carlos Izagirre a Alderdi Eder: también hay quien lo plantea como el hombre del año.
Inauguramos el magnífico y nuevo San Telmo, el culebrón Balenciaga terminó con el final feliz de su espléndida realidad en Getaria y la Real pasó del gran seductor Lasarte a la sobriedad de Montanier.
Donostia ganó el 2016 y mi querida Cristina Lagé da en el clavo cuando dice que el guipuzcoano del año ha sido… Manfred Gaulhofer, el austriaco con pajarita que presidía el jurado que dio a San Sebastian la capitalidad cultural europea por encima de toda la bronca de malos perdedores de las ciudades no elegidas.
También me dicen a través de las redes que el personaje ha sido Xabier Lete, tristemente desaparecido. Pero aunque suene a demagogia me quedo con otras aportaciones recibidas: el guipuzcoano del año seríamos todos, los que hemos sobrevivido a la crisis mal que bien y, sobre todo, los que lo están pasando mal. O sea, la gente. Sí señor.
Si tienen más aportaciones las recibiré encantado por mail, Twitter, Facebook o lo que sea. La semana que viene les cuento.
Volare, oh, oh; volare, oh, oh, oh (piloto psicólogo)
Lo indiscutible es que el guipuzcoano de la semana ha estado en Madrid. He pasado estos días en el foro y no he visto más que paisanos. En la Gran Via Xabi Alonso y La Oreja de Van Gogh (sendos tambores de oro) se reunían en torno a la música en medio de tanta expectación como Tom Cruise, o así. En el Congreso los de Amaiur acaparaban foco y Odón Elorza se hacía la foto en su escaño. Borja Sémper paseaba por los platós de La Sexta minutos antes de su absorción por Antena 3 (absorción de la Sexta, no de Sémper).
Pero quería hablarles del aeropuerto. Nuestro pequeño Hondarribia parecía el lunes un aeropuerto de verdad: para lo bueno y para lo malo. El nuevo vuelo de Iberia de la mañana, con un avión de mayor capacidad, provoca colas ante la facturación como si esto fuera una T-4 txikita. Además, en fechas navideñas, se llenan los vuelos de gente cargada de maletas.
En enero, cuando empiecen las nuevas líneas, la terminal se pondrá a prueba. Quienes defendemos ese aeropuerto desde hace tiempo sostenemos que es viable incluso con la pista actual. Pero pronto vamos a poner a prueba la propia terminal. Qué bien: sólo se trata de reaccionar a tiempo y dar medios… y sobre todo mimo.
Debía volver ayer, pero los vendavales me lo impidieron. Air Nostrum nos dejó en Pamplona después de un retrasado y accidentado vuelo. Pero por una vez quiero felicitar al piloto, que supo tranquilizar a unos viajeros cansados y asustados tras retrasos y turbulencias. El piloto nos «retransmitió» el vuelo desde la cabina y fue explicando los peores momentos con la máxima tranquilidad. Nada mejor que la comunicación para disipar los temores.
Al bajar, una viajera le felicitó. «Es usted un buen psicólogo», le dijo. «¡Es que estoy estudiando ahora, en plan hobby», respondió el comandante. Viva la gente.
Corredores de oro en la Behobia
Ya es definitivo: el Tambor de Oro de San Sebastián será para la Behobia-San Sebastián. Me alegro: ya dijimos aquí que es un Tambor de consenso, justificado y popular, y además nació de una propuesta ciudadana. La película se completaría biensi el Tambor fuese recogido por una amplia representación de esos 20.000 corredores que dan imagen de marca a la carrera: sería la estampa que pone el lazo a un premio colectivo y repartido donde los haya.
(También me alegro de la medalla ciudadana para Ramón Saizarbitoria, el gran escritor que tanto y tan bien ha escrito sobre Donostia y los donostiarras).
P.d. 1 Un blog gastronómico de The Wall Street Journal sitúa al Elkano de Getaria entre los diez mejores restaurantes de pescado de Europa. Al menos en gastronomía la ‘biblia’ acierta más que en economía.
P.d. 2 La televisión sigue valiendo la pena si se hace bien. Juan Echanove e Imanol Arias vivieron el otro día un estupendo recorrido gastronómico por Gipuzkoa de la mano de David de Jorge. Y la entrevista de El Follonero a Cayetano Martínez de Irujo fue toda una perla: Jordi Évole hace ahora mismo el mejor informativo del país… con apariencia de programa de humor.