La temporada acaba. Nadal va a acabar el año como número 1, algo que parecía utóptico a comienzos de temporada y que ha eclipsado la excelente campaña de Novak Djokovic. Arrancamos 2013 piropeando al serbio en Australia, y lo acabamos alabando a Rafa en su regreso y nueva cumbre en la cima del tenis mientras perdemos de vista el superlativo fin de campaña de Nole. A la sombra, bajo la gabardina y a resguardo del chaparrón llamado Rafa Nadal, Djokovic ha puesto la primera piedra para volver a la cima en 2014, algo que parece seguro si no es al 100%, al 99,5%.

Con más de 12.000 puntos conseguidos a lo largo de la temporada, en cualquier año anterior, repito, cualquiera, hubiera logrado acabar la temporada como número 1 del mundo. De hecho, en 2009, Roger Federer acabó la campaña con 10.550 puntos en cabeza, o lo que es lo mismo, con más de 1.500 puntos y tres títulos menos que Nole este curso. Pero la tiranía de Nadal durante los meses de verano ha provocado que los primeros dos clasificados de la ATP este 2013 finalicen con la mayor cantidad de puntos de la historia -de momento, entre los dos 25.140 puntos a la espera de la final de la Copa Davis que disputará Serbia ante la República Checa este fin de semana-. Una absoluta barbaridad.

Los torneos se han repartido casi por estaciones del año. Djokovic se ha quedado con los meses fríos. Invierno y Otoño han sido sus estaciones fetiches. Pistas duras, Australia, Dubai, China, París y Londres han sido sus logros más importantes, junto a la corona de Montecarlo. Su campaña ha sido lineal, sin idas y venidas, con apenas los traspiés en primeras rondas de Madrid e Indian Wells ante Grigor Dimitrov y Tommy Haas. Absoluto dominador desde la final en el US Open que perdió ante Nadal. Aunque no oficialmente, la temporada finalizó oficiosamente en aquella final, que le daba el billete al manacorí para subir al número 1 cuando quisiera y que hizo despertar a la bestia serbia para encarrilar 22 triunfos consecutivos y llevarse 4 títulos de relumbrón, entre ellos el más importante de la campaña, el que reúne a los maestros de la raqueta en Londres.

Aunque Nadal haya sido el jugador más impresionante de esta campaña, el más sólido ha sido Novak, que volverá a liderar el ranking, a más tardar en el mismo lugar donde comenzó a perderlo este año, las pistas de Flushing Meadows en Nueva York. Eso sí, le intentará hincar el diente en la temporada de tierra y, como no, sobre la tierra batida de París, único Grand Slam que le resta por adjudicarse. Si las lesiones no lo impiden, ambos volverán a dominar de principio la próxima campaña, a la espera de conocer las condiciones en las que volverá Andy Murray tras su lesión de espalda y saber si algún otro contendiente como Juan Martín Del Potro puede plantar cara en diversos torneos a los primeros cabezas de serie.

Será complicado ver una campaña de tanto dominio de dos tenistas como la que acabamos de vivir. 17 títulos entre los dos, 147 victorias y solo 16 derrotas de los magos de la raqueta este año. Simplemente geniales. Nadal ha puesto la luz y Nole se ha retroalimentado del otoño que ha ofrecido esa fuente de energía que representa el manacorí.