Puede ser la estrella inesperada del torneo, aunque ya avisamos de su gran estado de forma en el anterior post. Alexandr Dolgopolov, apodado ‘The Dog’ por parte de sus compañeros de profesión, venció contra todo pronóstico a Rafa Nadal en tercera ronda de Indian Wells y se encamina hacia su mejor resultado en un masters 1000 en su carrera a sus 25 años. Dolgo es un tenista especial, de los que poseen un don para la raqueta pero deleitan con cuentagotas al público. Querido y odiado a partes iguales y desquiciante cuando las bolas no le entran. Ahora parece vivir un segundo pico en su carrera, tras el gran 2011 en el que con apenas 22 años alcanzó los cuartos de final en el Open de Australia y encadenó buenos resultado que le hicieron alcanzar a comienzos de 2012 su mejor ranking, número 13 del mundo a un paso del top 10.
Se le consideró una seria promesa que permanecería entre los 10 mejores durante mucho tiempo, pero su efecto efervescente se diluyó con el paso del tiempo. Tan solo dos títulos ATP en su carrera y su peor ranking desde que tenía 20 años (puesto 59 en octubre del pasado año), hacían presagiar que Dolgo había perdido el paso y su nivel para mantenerse entre lo más granado del circuito, pero la temporada sudamericana de tierra le ha insuflado la confianza suficiente para que el gran público le vea regresar en este 2014 a comerse las pistas hasta llegar a vencer al mismísimo número uno cuando hasta el momento el parcial que le había endosado Rafa en sus cinco enfrentamientos era de 10 sets a 0. Dolgo ha vuelto por sus fueros y ha tomado la lucha de su Ucrania natal como ejemplo para volver a remontar puestos en la clasificación y situarse ya con los puntos ganados en IW en el top 30 del circuito.
Y es que la historia de este ciudadano de Kiev es muy particular. Su padre Oleksandr Dolgopolov senior fue también tenista de la Unión Soviética, aunque apenas alcanzó el puesto 500 del ranking. Disputó algunos partidos de la Copa Davis con su país y años más tarde, en 1993, participó en los primeros encuentros de Copa Davis de Ucrania, ante Djibuti. En el 1988 nació Dolgopolov Jr. de nombre también Oleksandr. Bueno, realmente su nombre es Oleksandr Aleksándrovich Dolgopólov, aunque en un intento de occidentalizar su nombre y poner una barrera a sus raíces soviéticas, modificó su nombre y se quedó con el de Aleksandr, Alex para sus más allegados. Cuando nació Alex, su padre era entrenador del tenista Andriy Medvédev, aquel ucranio exnúmero 4 del mundo que llegó en 1999 a una final de Roland Garros ante Andre Agassi y que perdió estrepitosamente tras ganar los dos primeros sets por 6-1 y 6-2.
Se instalaron en Nueva York, donde Alex comenzó a dar sus primero raquetazos. Eso sí, en su carrera las cosas no han sido tan fáciles, ya que Dolgo sufre la enfermedad denominada Sindrome de Gilbert. Una dolencia hereditaria que afecta al hígado y a la sangre y que produce una extrema debilidad cuando se manifiesta. Siendo joven los médicos le recomendaron dejar la raqueta, pero Alex lo tomó como un desafío personal. Ahora hay ocasiones que en determinados torneos o tras recorrer largas distancias en avión su cuerpo se resiente y se debilita. “Puedes seguir en la cancha pero eres el 75% más débil y no puedes mostrar tu mejor tenis. Cuando me sucede voy a un hospital. Me suele pasar un par de veces al año. Entonces debo para de jugar un par de semanas”, manifestó durante la disputa el pasado septiembre en España de la repesca de la Copa Davis. Dolgo se paró en medio de un entrenamiento en la Caja Mágica, se fue a su banquillo y durmió durante 20 minutos antes de abandonar la pista, en la que pudo ser una manifestación de la enfermedad. Uno de los principales síntomas de este Sindrome de Gilbert es la Ictericia (coloración amarillenta de la piel) sobre todo en épocas de esfuerzos prolongados.
De momento, este año parece que la dolencia no se ha manifestado en el organismo de Alex, de forma que podemos disfrutar de un nuevo apogeo en su tenis irreverente y agresivo. Una gran noticia para el mundo del tenis y una excelente nueva para los fans del ucranio. Veamos hasta donde es capaz de llegar en tierras estadounidenses.