Este original hotel, ubicado en el centro de Berlín, marca en su interior la esencia del espíritu de la ciudad, aunque desde su exterior, no se adivina y resulta un contraste al entrar en él.
Albergó primero una empresa de confección y posteriormente fue la sede de una comisaría, hasta que una compañía hotelera española se hizo cargo de él, y lo reformó totalmente, conservando en parte, un interior que nos lleva a la época de la postguerra, con todas sus tripas a la vista.
Qué os parece la idea …?
Fotos vía: Google