En esta vivienda a orillas del mar, se ha buscado un interiorismo, en el que se integra el exterior en el interior, por medio de grandes ventanales. El color que predomina en paredes y techos, es el blanco combinado con la madera natural de los suelos en la totalidad de la casa, unificando de esta forma el tono general, donde se ha buscado contrapuntos de color, como en la habitación y en una de las zonas de estar. También se ha optado por el color negro en otras partes, como el baño y detalles de la zona de estar principal.
Que os parece esta fórmula para vuestra vivienda habitual…?
Fotos vía: freshome