Alemania, contra el espíritu de Neymar
Por fin han llegado las semifinales y el Mundial se esclarece. En unos pocos días sabremos cual es el mejor equipo del planeta. Igualdad máxima y muchas dudas. Esta siendo un torneo precioso, intenso y con equipos que han puesto contra las cuerdas a las grandes potencias. Pero al final la experiencia manda y se han colado en la antesala de la final muchos de los esperados. La revelación podría ser, y es mucho decir revelación, Holanda, pero sus tres finales, sin suerte, en un mundial también la hacen una histórica de la competición.
Cualquiera puede ganar, pero vayamos al grano y centrémonos en el Brasil-Alemania. La primera semifinal es una final y viene precedida con un ambiente de batalla. Los de Low, a priori, parecen más solventes y efectivos que la anfitriona, mermada por las bajas de Thiago Silva y, sobre todo, de Neymar. Una baja psicológica por la dura entrada del colombiano Zúñiga. Brasil se queda sin su estrella y los teutones son fiabilidad absoluta. Esa es su gran ventaja y también su estilo consolidado. De hecho, creo que es el equipo que menos ha sufrido en este campeonato, de ahí que pueda llegar más confiado.
Pero el peligro de Brasil es que cuenta con el plus de su público y nada más pitar toda la grada va a corear el nombre de Neymar y va a insuflar energía a sus jugadores. De favorita, la Canarinha ha pasado a estar un escalón por debajo en estos momentos, pero se va a crecer por el peso de su historia y por el empuje de todo un país, que va a intentar que Neymar esté presente en todas las mentes. Como Pelé en 1962, que se lesionó en la primera fase y su equipo acabó ganando, los jugadores van a demostrar que también sin su nueva estrella hacer historia es posible.
Además la contundencia defensiva de Brasil es otra ventaja y aunque Thiago Silva no pueda estar, Scolari cuenta con Dante, que está al mismo nivel como ha demostrado en el Bayern de Munich y conoce bien a los jugadores alemanes, quizás, mejor que ninguno. Otra cosa es buscar la alternativa a Neymar. Yo me decantaría por William antes que por Oscar o Bernard, pero si que me falta en estos momentos un jugador de peso y ahí no hubiera estado mal que Felipao se hubiera guardado el as de llevarse a Kaká o Ronaldinho. Cierto que en horas bajas los dos, pero son de los que se enfundan la camiseta amarilla y vuelan. Mucho más en estos partidos.
Alemania, por su parte, debe dar el paso, en su cuarta semifinal consecutiva. Esos serán sus fantasmas. Es un equipo que se conoce a la perfección y que lleva años rodado, pero deben derribar la puerta. La losa que tiene contra Brasil en los Mundiales puede borrarla de un plumazo si se imponen en terreno enemigo. Si lo logra, todo hace indicar que tiene vía libre para reencontrarse con la Copa 24 años después.