Quien le niegue el pan y la sal a Mou es un verdadero merluzo. Así, de entrada. Si alguien se atreve a discutir lo que ha conseguido el portugués es que está más ciego que un topo, tiene una envidia corrosiva y una mala baba olímpica. Mou es el Puto Amo. Ni Special One ni leches el verso. El Puto Amo. Guardiola dixit tiempo ha y es la mejor definición jamás dedicada a Mou. Si, además, viene del jefe supremo del meacolonialismo, el elogio es aún mayor si cabe. Pero ya saben cómo funciona este negocio. Hoy estás arriba y ya te están esperando abajo para cuando te le metas en la caída.
Mou es el típico tipo que cuando tú vas, el ya está de vuelta y tomándose un café para hacer tiempo. Es el entrenador que mejor conoce, con diferencia, de qué va esto del fútbol. Un entrenador es algo más, mucho más, que un simple gestor de plantillas, un director de recursos humanos en pantalón corto. Su manejo de la prensa, de las vanidades, del entorno y de los tiempos es de manual. Mou sabe perfectamente cuándo tiene que dar una buena dosis de vaselina al personal o cuando le conviene encabronar un poquito el patio. Da lo mismo que lo que diga sea una patraña o un rosario de falsedades. Si se tiene que cargar de un plumazo las escasas posibilidades que le quedaban a la cantera, se las carga.
Inciso: algún día se tendrá que contar la enorme milonga que es la mal llamada Fábrica. La cantera, en el Real Madrid, no existe desde hace ya unos cuantos años. Cierro inciso.
Si se tiene que poner en el disparadero a todo un club frente a toda una UEFA planteando sin rubor la obscenidad del sistema arbitral, se hace sin pestañear. Si se tiene que provocar una medio guerra civil en toda una selección campeona del Mundo y de Europa, no tiembla la mano. El caso, y aquí está el verdadero arte de Mou, es desviar la atención para que nadie se fije en tus vergüenzas y se dé cuenta de que vas en paños menores.
El Madrid de esta temporada juega un pimiento y con solo 10 partidos disputados en el campeonato, ya cede 8 puntos ante el Barça. Si, además, coincide con una plaga casi bíblica de lesiones, la coartada es tan buena que sería de tontos dejarla pasar. Miren, dice Mou, con esta cantera y este entrenador del filial no vamos a ningún sitio, así que tengo que colocar a Essien de lateral. Solo le falto decir que estuvo a punto de llamar a Chendo para vestirse de nuevo de corto. Resultado: un incendio de narices en el club y, lo mejor, nadie hablando de que este año va a estar duro, muy duro, lograr un título ¿No me digan que no es un fenómeno? Es el Puto Amo