Cuando se anunció oficialmente el secreto a voces el exilio laboral de José Mourinho, su yihad lanzó una especie de maldición bíblica premonitoria: le echaréis de menos. Y tienen parte de razón. Solo parte. Estamos en el último tercio del mes de julio y no nos va del todo mal. Tenemos amistades traicionadas, culebrones con […]