Poner a parir a Leo Messi no es nada nuevo. Incluso podría afirmarse que va con el sueldo de una estrella el ser la diana perfecta para la insidia. Un tipo al que todos consideran el mejor jugador del mundo, del que cada día, en cualquier rincón del mundo, alguien escribe algo, no puede evitar escapar del comentario malicioso o de la insinuación malvada ¿Es de verdad Leo Messi un cabroncete con pintas? ¿Tiene La Pulga una imagen real que no se corresponde en nada al verdadero carácter del argentino? ¿Puede haber alguien interesado en manchar la reputación de Messi con el único fin de desviar la atención de crisis deportivas o una liga en serio compromiso?
EL FIN DE LA INOCENCIA
Meses atrás se comentaba en distintos foros periodísticos el matonismo de Leo Messi hacia sus compañeros, una cara desconocida para un jugador de perfil bajo dentro y fuera de la cancha. Se hablaba de humillaciones a David Villa por no pasarle un balón o de comportamiento poco edificante hacia los nuevos canteranos, a quienes bajaba los humos diciéndoles poco menos que tenían que jugar a su servicio. Vamos, que el modélico jugador con una magia única en sus botas, también contaba con un lado oscuro, un carácter déspota y un comportamiento hacia sus compañeros escasamente recomendable e incluso racistas, como un año atrás denunciara el holandés del Everton, Royson Drenthe, a quien Messi presuntamente habría llamado varias veces ‘negro’ en mal tono. Esta última polémica no tuvo demasiado recorrido, al igual que sucediera con las fotos de Leo cerca, demasiado cerca, del escote de una voluptuosa señora en una fiesta en la Ciudad del Pecado, Las Vegas y que habría provocado, según la prensa de casquería, la ruptura entre Messi y su santa, Antonella Rocuzzo, con quien acababa de tener un hijo. Messi matón de vestuario, líos de falda… nos faltaba la traca final: Messi el Conspirador en la sombra.
EL SMS MISTERIOSO
Ser el mejor jugador del mundo es toda una responsabilidad. Al menos eso piensan los autores del último libro publicado sobre la estrella argentina y que, en su primer capítulo y a modo de gancho, descubre la existencia de un inquietante SMS que Leo envió a Guardiola: ‘Bueno, ya no soy importante para el equipo, así que…” Fin de la cita. La reacción del entonces entrenador del Barça fue, según los descubridores de este bombazo, la salida de Ibrahimovic del equipo como ya sucediera, apuntan con tino, anteriormente con Eto’o o con Bojan. Al parecer, la competencia molesta a Leo, que con un SMS, socorrido recurso para un tímido enfermizo como es el argentino, se soluciona sin el menor problema.
HACIENDA, LOLA FLORES Y EL GESTOR DESPISTADO
Hacienda somos todos y Messi añadió a su currículum de maldades el de defraudador del fisco, para solaz de sus detractores. Sin embargo, el desenlace de esta historia fue un tanto inesperado, con el padre asumiendo la culpa con el socorrido ‘mi papá se encarga de la plata’, un acuerdo con la fiscalía de 5 millones de eurazos y el personal entregado, aplaudiendo a la entrada del Juzgado y perdonando el despiste del muchacho que, para qué negarlo, aquí todos nos escaqueamos lo que podemos de retratarnos ante Montoro y de lo que se trata es de que no te trinquen. Sin embargo, coñas al margen, lo que realmente llama la atención es cómo en tan poco tiempo han aparecido tantas historias en las que no sale precisamente bien parado Leo ¿Será el comienzo del fin del héroe y el inicio de la leyenda negra?