Es un no parar lo de este calendario de locos, sin transición entre jornadas de liga, semanas completas de fútbol y, curiosamente, los mismos asuntos de siempre. La falta de originalidad en el periodismo deportivo comienza a ser sospechosa.
El martes, nueva demostración de que el Madrid no juega un pimiento, con un entrenador que ya no sabe dónde colocar a un Ramos cada vez más descolocado, con agudos problemas en defensa solo resueltos por un ataque demoledor. Y nuevo duelo en Turín entre el club de fans de Diego López y los partidarios de Iker Casillas. Cansino debate que parece no gustar a nadie. Ni siquiera a los dos actores principales a los que imaginamos algo hartos marcar tendencia en ese perverso invento llamado twitter cada día de partido. Aquí el único feliz y que por fin respira hondo es el presidente, que ve día a día amortizados los 100 kilos de Garreth Bale que, a pesar de padecer una protrusión de caballo, la verdad es que manda unos obuses de temblar el misterio.
Mientras, el Barça, al parecer, sigue en crisis y Messi sin levantar cabeza. Al menos eso es lo que piensan los ‘putos madridistas‘, de acuerdo con el profundo análisis del hermano del fenómeno argentino, secundados por los más brillantes y certeros analistas del periodismo. Que si el juego ha perdido la magia guardiolista, que Xavi e Iniesta no brillan como es habitual en ellos, que el Tata sigue aterrizando y no tiene todavía claro que ha de hacerlo en El Prat… mucho sesudo debate sobre sistemas, tiki-taka, comparativas, posiciones y falsos nueves que hace que olvidemos que el Barça es líder en el campeonato de Liga y líder de su grupo en Liga de Campeones. La sombra de Pep sigue siendo muy alargada y su comando de escribidores muy activo.
Del Atlético, más de lo mismo. Ganar, convencer, agradar y disfrutar ¿Alternativa de poder? Lo dudamos. Solo la ficha de los tres de arriba de la acera de enfrente costea tres cuartas partes de la plantilla rojiblanca. Eso sí, quien quiera creer en milagros es libre de hacerlo, pero mucho nos tememos que en marzo-abril, cuando realmente se juega todo y se descarta a los intrusos, por fondo de armario y calidad general, solo quedaran mano a mano en la lucha por los trofeos los dos de siempre. Ya dijo en su día Simeone que la liga española es aburrida y el Cholo no es de los que venden humo de manera gratuita. Eso sí, agradecimiento infinito por los bellos momentos que, por ahora, nos están haciendo pasar los rojiblancos. Aplíquese el mismo argumentario para la Real Sociedad, que está disfrutando del premio al buen trabajo del pasado año. Pretender algo más sería de necios. Lo malo es que los necios se reproducen como los conejos.
Ahora nos queda por delante un nuevo parón para amistosos de la selección en tierras lejanas con el siempre loable fin de recaudar la mayor pasta posible, aprovechando el tirón de ser campeones del mundo, que da mucho caché. Hay que ser previsores ya que dentro de muy poco la Federación tendrá que pagar, sentencias judiciales de por medio, por el uso y disfrute de los terrenos en los que se edificó la Ciudad del Fútbol en Las Rozas, un regalo ilegal de alcaldes generosos con el suelo público. Eso sí, a algunos parece molestar que Angel Villar acepte bolos en países como Guinea, con una reputación democrática más que dudosa, en un ataque de buenos principios inquietante y olvidando que los orígenes del dinero en los tiempos que corren es, como poco, inescrutable. Y a ver qué tal le va a Diego Costa como nuevo jugador de La Roja y si ha valido la pena tanto follón. Ya hablaremos del chico de Lagarto en esta Taberna.