Nos gustan los topos. No los adorables y tiernos animalitos, no. Los topos de dos patas que filtran cosas a la malvada prensa, esos que descomponen vestuarios, que traen de cabeza a entrenadores, que sabotean proyectos presidenciales y que ejercen de ‘garganta profunda’ sobre las intimidades, algunas ciertamente vergonzantes, de un vestuario. Es más, si […]