Hay días en los que uno no está para nadie. Pagar a Hacienda, como cualquier paisano sabrá entender, es peor que someterse a una colonoscopia en vivo, en directo y sin anestesia. Quizá por eso tener una cuenta golosa con muchos ceros custodiada con mimo por los diligentes suizos es una tentación demasiado fuerte y […]