Lamentamos contradecir a Pepe, pero no señor, no. El público casi nunca tiene razón, menos el espectador que acude a un campo y fútbol y remotamente si se trata de ir al Bernabéu ¿Exagerado? Repasen la historia, comprueben lo puñetero que ha llegado a ser este estadio con sus estrellas y entenderán el por qué del inicio de los Ultras, recurso de directivas timoratas que se vendieron su alma al diablo a cambio de campos con una grada animosa. No, señores, el público no sabe por qué pita ni a quién pita.
Hace tres meses, solo tres meses, este equipo ganaba la Champions en Lisboa, premio nada desdeñable para poner el punto y final a una temporada arriesgada, de muchos cambios y demasiados frentes abiertos. En tres meses, solo tres meses, parece que el equipo ha perdido credibilidad y su conductor la mano izquierda para manejar al grupo ¿Qué ha cambiado en tan corto espacio de tiempo? Nada que los socios un supiesen ya o que no hubiese sucedido con anterioridad.
Los socios tienen una oportunidad cada año de decir lo que piensan en la tribuna de los oradores de la Asamblea de Compromisarios. Como en las votaciones búlgaras, los resultados son abrumadoramente favorables a las propuestas presidenciales, de lo que se deduce que bendicen la gestión de su dirigente principal. Repasen de nuevo la historia y los comentarios de muchos de estos socios cuando reclamaban el regreso de Florentino en los tiempos convulsos del madridismo. Esos mismos socios que aplaudieron el cambio estatutario que les cerraba las puertas a cal y canto a optar siquiera a ser candidato a la presidencia, dadas las leoninas condiciones exigidas para hacerlo.
Con las papeletas del ‘sí’ en alto los socios ratifican, además, que el club más poderoso de la tierra no tenga un secretario técnico digno de tal nombre, capaz de hacer algo más que analizar los post-partidos en televisión; que se venda al Milán al que fue portero titular durante la Liga enconando, más si cabe, el pernicioso debate sobre la portería, permitido por acción u omisión desde lo más alto del club; que se traspase a Xabi Alonso, verdadero mariscal del campo blanco a un enemigo directo como el Bayern; o que se venda a Angel Di María con el pretexto de que el jugador quería más dinero y, si no, marcharse de Madrid, algo desmentido reiteradamente por el jugador argentino. Los socios han ratificado todo esto y muchas otras cosas a lo largo de todos estos años de mandato como para sorprenderse por cómo se gestionan las llegadas y salidas de jugadores, entrenadores y toda la parcela deportiva ¿Han tenido alguna noticia por parte del club del por qué de la salida de Mirotic? ¿Saben los socios que Laso sigue entrenando a la sección de baloncesto, aunque con ayudantes nuevos? En la pasada Asamblea 1068 socios aprobaron las cuentas del club sobre un total de 1084 compromisarios. Votos son razones, que no los silbidos en un estadio.