El Atleti en el diván
El Atlético de Madrid está malito y con una crisis que ya nos reímos, ya, de la hecatombe económica que padecemos desde hace ya tanto tiempo que no nos acordamos. Sin embargo, los seguidores rojiblancos deberían de estar tranquilos, que el Atleti ya entró en Urgencias y está en las mejores manos: las del periodismo especializado en averías, descalabros, vértigos, análisis sesudos de carencias y taras, aparte de emergencias por resultados. Satisfacción garantizada.
Dos derrotas consecutivas en menos de una semana y ya tenemos montado un gabinete de crisis que el mismísimo Obama ya quisiera para sí. La revancha del Bernabéu fue la primera en la frente. El atraco de Almería, sí, como suena, atraco de los de manos arriba, fue la puntilla. Eliminados virtuales en la Copa del Rey y descartados para la lucha por el título, porque ya se han encargado las fuerzas vivas de la crítica moderada de echar a los leones a los chicos de Simeone. Velocidad y aplicación pasmosas para echar a cubo de la basura el trabajo de meses en tan solo cuatro días. Son muchos, además, los que han tenido una especie de revelación divina, un soplo de inspiración para descubrir, así, de repente, que el Atlético tiene a uno de los mejores porteros jóvenes del mundo, pero un relevo a años luz del titular. Además, el chaval está prestado, por lo que cuando Mou se decida a recuperarle para su causa, Courtois tendrá que hacer las maletas para instalarse en Londres. Puestos a señalar culpables dolosos de esta catástrofe atlética, la defensa de chichinabo y sin relevos medianamente decentes cuando faltan los titulares. Por no hablar de un mediocampo de retales que viven su segunda oportunidad y una delantera formada por un tipo más inestable que la nitroglicerina y un pre jubilado despedido del Barça en un ERE. Y capítulo aparte ese entrenador que, salvo las cuatro arengas de rigor para motivar al personal, poco más aportará a la historia del fútbol mundial. Señoras, señores, esta es la radiografía que han hecho los expertos de la crisis del Atlético de Madrid.
Ironías llevadas casi al esperpento al margen, no estaría de más recordar a quienes minusvaloran o desprecian lo que está haciendo este club durante este curso y anteriores temporadas. Estamos hablando de una de las sociedades deportivas más endeudadas del fútbol español que cada día que amanece, hace de la necesidad virtud. Un club sobre el que pesa la espada de Damocles de la Justicia, que cada día cerca más estrechamente a sus propietarios por chanchullos societarios poco o nada edificantes. Un equipo que intenta competir en igualdad de condiciones en una liga desigual, en la que dos clubes, Real Madrid y Fc Barcelona han gastado solo en dos jugadores más que todo el presupuesto del Atlético para la temporada 2013-14. Una institución que está de prestado en su estadio, condenado a la desaparición, devorado por los últimos estertores de la burbuja del ladrillo y que sigue esperando, vaya usted a saber hasta cuando, su nuevo hogar, justo en el lado opuesto de la ciudad.
Un equipo que, a pesar de todo lo dicho, ha ganado más títulos en los últimos tiempos que su rico rival en la capital y que, este mismo año, ha conseguido estar una semana como líder de Primera, vivo hasta el miércoles en las semifinales de Copa y con todas las opciones en Liga de Campeones. Quizá el único sensato de toda esta película sea el entrenador, un tipo que conoce como pocos cómo se mueve este circo y que hace meses dijera que esta liga es muy aburrida porque es solo de dos. En el fútbol, los milagros existen…pero cada vez son más raros y el Atlético es un milagro.