En la red existen tipos que dedican su tiempo a provocar, encender polémicas, tocar las narices y faltar a todo lo que se menea. Son los llamados trolls. A veces tienen su punto divertido pero, en la mayoría de las ocasiones, son más cansinos que las reposiciones de verano en televisión. Les encanta llevar la contraria sin ningún argumento y disfrutan de su momento de gloria cuando reciben el primer insulto del afectado. Ahí es donde se vienen arriba, se crecen ante el castigo, se revuelven y sacan lo mejor de sí mismos. Quien caiga en la tentación de entrar en la provocación, saben a exponen. Dentro de este mundillo hay de todo. Desde el friki más zumbado que un sonajero hasta el resentido sin remedio que hace del rencor su modus vivendi, culpando de todos sus males al enemigo, haga lo que haga y diga lo que diga, desde que se levanta hasta que se acuesta.
Esta Taberna hace un tiempo que sigue al que fuera presidente del Real Madrid, Ramón Calderón. No vamos a entrar aquí en la forma en que tuvo que dejar el club, las malas artes empleadas y la feroz campaña a la que se vio sometido mientras estaba al frente de la nave blanca. A nadie se le escapa que fue un periodo poco edificante en la historia del Real Madrid y que muchos de los métodos empleados por la mayoría de sus actores fueron realmente siniestros o mafiosos. Sin embargo, la vida ha continuado, se ha pasado página y los socios, por acción u omisión, han decidido que la opción que consideran más válida para presidir el Real Madrid es la de Florentino Pérez. Menos Ramón Calderón, empeñado en su particular cruzada contra su sucesor.
Aunque el fútbol no es una ciencia exacta y ninguna apuesta, por muy acreditada que esté, es segura, nadie que no sea Ramón Calderón puede negar que el proyecto planteado por el Real Madrid para la próxima temporada tiene muy, pero que muy buena pinta. Luego podremos entrar a valorar si se han pagado cantidades indecentes de dinero por tal o cual jugador o entrenador, pero de lo que no cabe la menor duda es de que el equipo se ha reforzado en puestos clave, con gente joven pero contrastada y con una proyección sin límite. Sin embargo, para el ex presidente lo que más le inquieta sobre la nueva plantilla no son los futbolistas se enrolan en el nuevo proyecto, sino quienes salen o han salido del club: “Robben, Snejder, Higuaín. Ya le quedan menos. Ahora a liquidar a Pepe, Marcelo y Casillas“, comentó Calderón en un tweet reciente.
El Estado soy yo, dicen que dijo Luis XIV, el llamado Rey Sol francés. El club soy yo, se podría trasladar a nuestro tiempo, en su versión deportiva. Atacar al presidente del club es atacar a la institución. Florentino y su mala conciencia viven obsesionados conmigo. Una egolatría que lleva a pensar que la razón fundamental del nuevo proyecto deportivo madridista tiene como principal finalidad terminar con todo aquello que huela Ramón Calderón en el club blanco. Ni Florentino Pérez podría llegar a ser tan retorcido.