Que no, hombre, que no. Que los ingleses no tienen ni pajolera idea de esto del fútbol, del negocio del fútbol. Que el Boxing Day, o como quiera que se llame la cosa, es una milonga que no interesa ni a Blas, da unas audiencias de miseria, los estadios están vacíos y tiene a los jugadores encabronados porque les obligan a currar el día 26 de diciembre. Canallas. Ya se sabe: ingleses ¿O no es así?
Pues parece ser que no, que no es así. Que esta banda de ignorantes tiene meridianamente claro que el fútbol pertenece a la industria del entretenimiento y que se debe a las exigencias de un público que, vaya casualidad, tiene vacaciones precisamente durante los 12 días que dura la Navidad británica. No jugar durante estas fiestas, según la obtusa y desfasada mentalidad de esta gente, es como cerrar los cines o los bares de copas un sábado por la noche. Y por aquí, que como todo el mundo debería de saber, somos campeones del planeta y de su sucursal europea, que presumimos de tener la mejor liga del mundo-mundial, con los estadios a reventar partido tras partido, pues hemos pensado que mejor poner el cartel de ‘Vuelva usted después de las fiestas’ , que nos tomamos un pequeño descanso ¡Bien por nosotros! La alternativa, apasionantes bolos de las selecciones autonómicas que, o bien acaban a porrazos o bien con las gradas temblando de frío y de soledad.
Dice el capo de los clubes, Javier Tebas, que jugar en navidades sale por un pico, que el sindicato de jugadores se niega a pasar la Nochebuena de viaje y que los tiranos de la tele, esos que imponen con feroz tiranía los horarios a los equipos, fragmentando cada jornada en tres interminables días, como se queja la plañidera LFP, no quieren fútbol en Navidad. Olvidan los desmemoriados dueños del circo futbolero que existen gracias al dinero que reciben de la malvada televisión. Vamos, que la patronal del fútbol está poco menos que puesta por el Ayuntamiento, ya que pinta menos que la Tomasa en los Títeres, vista la capacidad operativa para tomar decisiones. Además, el argumentario es, parafraseando al ministro del ramo, falso de toda falsedad.
Abrir por Navidad es rentable porque el fútbol es un producto que, bien gestionado, se vende solo. Entradas asequibles, promociones familiares para que los niños se asomen al fútbol en vivo como una actividad lúdica más, garantizan campos llenos, venta de camisetas para los Reyes y siembra del aficionado de mañana. Hay hambre de fútbol y más cuando los niños no tienen colegio por vacaciones. El Atlético de Madrid, por poner un ejemplo, abrirá sus puertas a los suyos el día 31 para presenciar un entrenamiento. En cuanto a la Televisión, ¿cómo no va a tener audiencia un partido de Liga si la Premier, con un City-Liverpool, se ha convertido en lo más seguido en redes sociales? Sobre los jugadores, evidentemente a todos nos gusta pasar con los nuestros estos días tan señalados… como a los policías, bomberos o sanitarios de servicio, conductores de autobús o el que te pone el café en tu bar preferido. Son profesionales que ganan mucho dinero por hacer su trabajo. El Coliseo no tendría sentido sin los gladiadores y sin el público que les alimenta con el aplauso y admiración.
Juan Mata, bloguero de postín en Grada360, lo comentó en su cuenta de Twitter: le gusta el ambiente de este Boxing Day en Inglaterra. Y lo dice un futbolista que jugó el 26 en casa contra el Swansea, jugará el 29, de nuevo en casa, frente al Liverpool; y cerrará el maratón el día 1 de enero en el campo del Southampton. Pero ya saben, no tienen ni idea. Nos tienen que explicar mejor que narices es eso del Boxing Day que por aquí no lo hemos pillado todavía.