¿Cómo hablo de sexualidad y muerte a los niños? | Madre y aprendiz >

Blogs

Cristina Saraldi

Madre y aprendiz

¿Cómo hablo de sexualidad y muerte a los niños?

El sábado pasado, día 25 de mayo, pude asistir a la segunda de las 4 conferencias que organiza la Asociación Besos y Brazos en Madrid. En concreto son en el Hospital de Móstoles, y considero que es una suerte poder contar con este tipo de conferencias en espacios públicos.

Este sábado tocaba ¿Las preguntas delicadas de la infancia? a cargo de Yolanda González, psicóloga clínica y sexóloga. Yolanda es autora del libro “Amar sin miedo a malcriar” y lleva años acompañando a madres y padres en el maravilloso viaje de la maternidad y paternidad. Está especializada en la Teoría del Apego y la prevención Infantil.

Sexualidad y muerte... ¿cómo nos enfrentamos a estas dos preguntas si tenemos pequeños a nuestro alrededor?

Lo primero, con NATURALIDAD. Y lo segundo, valorando cuáles son nuestros miedos y nuestros tabúes respecto a ambos temas. Una vez conozcamos nuestras fortalezas y debilidades podremos acompañar a nuestros hijos desde el respecto y con mucha más serenidad, estando preparados para cualquier de sus preguntas delicadas.

Respecto a la muerte, es importante ofrecerles a los pequeños la seguridad que necesitan. Respuestas como, está bien en el cielo; está dormido o se ha ido de viaje no hacen más que generar confusión y hacen que los niños elaboren sus reflexiones desde la desconfianza e inseguridad. Se dan casos de niños que quieren que les atropelle un coche porque desean ir al cielo con su abuelito para estar bien (piensan que podrían volver) o adultos cuyos duelos aún duran por esperar a que vuelva de viaje un padre fallecido.

A los niños hay que hablarles con un lenguaje real: se ha muerto. Y ya ahí les explicamos la muerte y procuramos no trasladar los miedos que nosotros tengamos respecto a ella. Siempre que hay vida, hay muerte. Y desde pequeñitos lo van descubriendo. Es muy sano hacer un acompañamiento acertado cuando tienen que vivir algún duelo, por pequeño que nos parezca a nosotros. Y es mejor que vivan el duelo a tiempo, que lo arrastren de por vida.

Me gustó mucho la posible respuesta que nos propuso si algún niño pregunta. ¿Y tú te vas a morir mamá? Sería muy saludable responder con algo así: – Yo no tengo intención de morir por ahora -. Y nunca decirles, si son pequeñitos, que todo el mundo se muere… Esto les da mucha inseguridad y puede provocar angustias innecesarias.

La sexualidad también es un tema que nos preocupa mucho a los padres y evitamos el momento de enfrentarnos a ella. Si vemos primero qué nos inquieta y nos preocupa a nosotros, podremos abordar el tema de la mejor manera posible hacia nuestros hijos.

¿Cómo está visto el sexo en nuestra sociedad? Se comercia y se vende sin tapujos. Sin embargo, si miramos más a fondo, descubrimos cómo hemos llegado a una desnaturalización completa en este tema tan necesario en el desarrollo de las personas.

Masturbadores compulsivos o “enfermos sexuales” suelen tener de base la carencia de libertad a la hora de expresar su sexualidad en edades tempranas.

Yolanda dejó muy claras las tres etapas del desarrollo de la sexualidad:

Etapa oral: desde que nacen hasta los 3 años aproximadamente. Desde la succión inicial hasta cómo van descubriendo el mundo a través de su boca. Un bebé no mama sólo para alimentarse, sino que es una manera de ganar en seguridad, confianza y conocer poco a poco el mundo en el que viven.

Etapa anal: suele durar lo que dura la retirada del pañal. Los niños que han tenido satisfechas sus necesidades afectivas y físicas, y aquellos que han tenido una lactancia prolongada, suelen tardar menos en atravesar esta etapa. Si interferimos en su proceso madurativo el camino suele ser más largo. Es muy importante que cada niño vaya “quemando” etapas a su ritmo.

Etapa genital: desde los 3 años aproximadamente, hasta los 7. Es la etapa de la masturbación y del exhibicionismo, de descubrir que los genitales dan placer y de tocarse y liberarse. Es muy importante dejar que exploren su cuerpo y que sean ellos mismos durante toda esta etapa. Frases del tipo: No seas guarro y no te toques o ¿Por qué haces eso en público? no hacen más que minar su seguridad y no acompañar desde el respeto, la empatía y el amor.

La sexualidad infantil hay que abordarla con naturalidad, con confianza y desde la libertad. Sabiendo aceptarla y darle el valor que se merece, entendiendo que los niños también sienten y deben conocer y reconocer que a los adultos nos gusta.

Cierto es que nuestra generación de padres tiene pocos padres y madres como referentes de este tipo de acompañamiento. Y por ello nos vemos con complicaciones a la hora de naturalizar alguno de estos temas. Aquí para mí radica la magia de la maternidad, que gracias a nuestros hijos y pequeños maestros, nos vemos superando baches, obstáculos y enfrentándonos con nuestras sombras a lo largo del camino.

Aunque sea un camino difícil, a mí me resulta altamente gratificante.

 

Mi hija me puso la vida patas abajo y me encanta aprender a andar con mis manos

Sobre el autor

Cada vez hay más consciencia social acerca de la importancia de escuchar al niño. Mi hija mayor fue mi acompañante y motor para el cambio que hice en mi vida: dejé mi trabajo en televisión por perseguir este sueño que un día tuve. Se llama "Froggies" y fue mi primer proyecto. En 2016 me convertí en bimadre, y esta aventura me está resultando muy intensa. Creo firmemente que los adultos tenemos mucho que cambiar para ofrecer a los niños un lugar mejor donde vivir.


mayo 2013
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031