Hoy tengo el placer de contar con el testimonio de Meritxell Palou, mamá de múltiples que, tras separar en el colegio a sus mellizas, removió tierra y cielo para conseguir que las juntaran. Esto no lo hizo desde la cabezonería, sino desde el conocimiento profundo de sus hijas y de sus emociones; conociendo sobre todo qué era lo que ellas necesitaban.
Yo sólo puedo añadir que los tiempos cambian y lo que antes valía, ahora quizás no. Y al revés. Soy de las que opina que la sociedad está deshumanizada y, si está más que demostrado que la infancia es crucial para la formación de la persona adulta, quizás tengamos que desterrar muchos mitos y cambiar algunos hábitos para conseguir adultos sanos, seguros y menos competitivos.
Aquí os dejo su testimonio.
Es para mí un gran honor compartir mi historia y la de muchas familias de múltiples aquí, en el Diario Vasco, y quiero agradecérselo a Cristina Saraldi.
Soy Meritxell Palou, mamá de Txell de 7 años e Ivet y Mireia (mellizas) de 3 años. Hace ya un año fui a escolarizar a mis hijas de 3 años en el centro donde está su hermana y cuál fue mi sorpresa que me obligaban separarlas por ser hermanas múltiples.
Comuniqué mi desacuerdo con la normativa impuesta a la dirección del centro, a Inspección y a Consejería de Educación; ya que ellos delegan la decisión al centro escolar. Hice aportaciones de estudios realizados a niños múltiples de 5 a 7 años, los cuales concluyen que la separación impuesta por los adultos, afecta a la mayoría de estos niños a nivel madurativo. Tienen más fobias, más miedos, pasan más rabietas, se vuelven más dependientes entre ellos, con más competitividad y se sienten más inseguros.
Después de esta noticia, decidí recoger firmas delante del colegio y abrí una petición en change.org para que la decisión de separar o juntar a los múltiples sea únicamente de los padres; a quienes, además, les recomendaría escuchar a sus hijos y preguntarles qué es lo que ellos desean. Es su vida y habitualmente sí que saben lo que necesitan en estas edades. Están mucho más conectados consigo mismos que nosotros los adultos. Si deciden que quieren estar juntos es porque necesitan colmarse más de esa relación para ser en un futuro niños coherentes, respetuosos e independientes.
Realicé junto a Cooks Feenstra, psicóloga experta en múltiples y autora de “El gran libro de los gemelos”, una conferencia en Sant Andreu de la Barca (Barcelona) titulada ¿Múltiples juntos o separados en la escuela? ¿Decisión de los padres o de la escuela?. Esta conferencia fue un éxito y me ayudó aún más a seguir por este camino.
A pesar de todo esto, mis hijas fueron separadas durante 3 semanas. Moví cielo y tierra y, supongo que además de mi insistencia, el reconocer y analizar los estudios, hizo que al fin mis hijas estén juntas. Tengo que deciros que en ese tiempo de separación la relación de mis hijas cambió muchísimo y se convirtieron en personas más dependientes la una de la otra. Justo todo lo contrario a lo que se quiere conseguir desde los centros escolares.
Desde que arranqué esta iniciativa no paro de asesorar a familias y profesores. Y en este tiempo me he dado cuenta de que quien ve a los múltiples como un pack son precisamente aquellas personas que desean separarlos. Sin embargo, los que ya ven en ellos una autonomía propia, permiten que estén juntos porque saben que se necesitan cerca para estar seguros. Mis hijas son diferentes y por ello pienso que pueden ir a la misma clase, tienen amigos tanto en común como diferentes. Cuando estaban separadas, me pedían cada día ir a la clase de su hermana porque lo necesitaban.
Después de esta experiencia siento más profundamente que los extremos no son buenos en la vida. Seguiré defendiendo que ni juntos ni separados, sino lo que les convenga a estos niños en cada momento, dando una oportunidad a las familias a elegir. Es de una gran tristeza enorme que tengamos que luchar contra viento y marea cuando tomamos esta decisión. Es muy doloroso tener que presentar informes psicólogicos, informes pediátricos, firmas, o cualquier tipo de documento acreditativo simplemente por desear lo mejor para nuestros hijos. En este caso, la escuela se comporta como una dictadura.
Abrí una comunidad en Facebook para apoyarnos entre familias que estamos pasando esta situación. La comunidad se llama “Múltiples juntos en la escuela, decisión de los padres”. Estoy tan orgullosa…
En este tiempo hemos conseguido cosas como:
Para terminar sólo me queda decir que las relaciones afectivas nunca deberían ser un obstáculo para la sociedad. Invito a los profesionales de la educación a bajar de la mente al corazón, porque son nuestros hijos y su futuro depende de ellos y también de sus padres; que somos los que debemos velar por su bienestar emocional. Les invito también a desterrar mitos antiguos, formados habitualmente desde la ignorancia.
Como broche me gustaría incluir que invito a todos los profesionales en contacto con niños a la investigación y al crecimiento personal; que la vida va cambiando y los estudios evolucionan, y cada vez son más los que demuestran la necesidad de contacto y cercanía en la infancia para que sean adultos con seguridad en sí mismos. Si una persona estuvo desde su creación con otra bien pegaditos, por qué no permitir que sean ellos quienes decidan separarse en el momento que lo consideren necesario. ¿Por qué tantos miedos? Ellos son los que se conocen y los profesores, como bien me dijo una hace un tiempo: “tenemos la posibilidad de aprender tanto teniendo a múltiples juntos en el aula…”
Ojalá así sea. ¡Familias felices, niños felices!
Gracias Meritxell Palou por tus palabras