Gracias a Myriam Moya y a su blog en minusculas, he decidido hacer balance del año de una manera positiva. Ella ayer nos escribía sus grandes hazañas, y hoy yo quiero despedir mi año siguiendo su camino y dejando aquí plasmados 13 logros de un año rico en casi todos los sentidos.

Rico sobre todo porque me ha ratificado que voy en el camino correcto, que mi vida, mi pasión por la vida, mi familia y mi profesión van de la mano y me permiten sentirme plena y feliz.

Como la responsable del post es ella (y gracias por regalarme la foto de Shaun Tan, uno de mis libros favoritos), los voy a dividir en mis logros minúsculos, aquellos que se escriben con minúsculas pero que al susurrarlos al oído nos llenan de significado; y mis logros MAYÚSCULOS, los que se escribirían en mayúsculas y que se pueden gritar y cantar muy alto.

Mis logros minúsculos:

1. Despertarme todos los días al lado de mi hija, de mi maestra que tanto me enseña y me moldea como yo quiero ser.

2. Ir comprendiendo poco a poco el porqué de muchas de sus insatisfacciones y responder como familia en bloque y con criterio.

3. Jugar al menos a 365 juegos nuevos, dejándome llevar y guiar por lo que ese juego nos trae a todos los participantes.

4. Ser capaz de cambiar de estado de ánimo al llegar a casa y escuchar ese mamaaaaaaaaaaa, que tan protagonista es de mi vida.

5. Sentir y saber que un piso más abajo o a más de 10.000 kilómetros tengo amigos y familia que me han apoyado y acompañado en las alegrías y en las penas de este año 2013 que tanto me ha llenado.

6. Dormir 363 días con mi hija después de un cuento, un poco de tetita y unos buenos mimos. Y después de 2 años y 5 meses sentir que estamos como y donde queremos estar respecto a la lactancia.

7. Trabajar todos los días en un reino de juegos y diversión que, aunque es también uno de mis mayores “tengo que...”, se ha convertido en mi segundo hijo, que me da trabajo y me enseña día sí, día también.

8. Y saber que dentro de este reino hay multitud de ranitas en distintas ciudades trabajando en sus distintas ciudades-charcas y nenúfares en pro de la infancia, de ese ciclo de la vida que para mí es tan determinando en la comprensión de mi propia vida y la de los demás.

Mis logros mayúsculos

9. ¡He escrito un libro! Mi primer libro, es sobre juegos y me siento tremendamente feliz. Ha sido cumplir uno de mis sueños y lo fascinante ha sido que ha llegado de una manera fácil y cómoda. ¡Chachi comula di bu!

10. He conocido gente y familias enteras fascinantes que me han regalado alegrías maravillosas. Aprendo a su lado, disfruto del momento y viajo a mundos y submundos con ellos de la mano.

11. Estoy estudiando. Comencé un curso de Pedagogía Blanca que me está enseñando otra manera de educar  y me siento muy cómoda en ella.

12. He descubierto que contar cuentos a niños pequeñitos, habitualmente acompañados de sus papás, me llena los poros más de lo que creía. Y no sólo eso, sino que me divierte, me enseña y me hace sobre todo reír.

13. Sigo siendo la madre, mujer, compañera, hija y amiga que quiero ser. Y aunque aún son más las veces que me gustaría desaparecer, me sé perdonar y buscar en mí la fuerza para seguir mi camino sin lamentarme más de lo necesario. Y sigo teniendo la pareja, la hija, la familia y amigos que quiero tener, que son parte de mí y me siento parte de ellos.

Por esto y por muchas cosas más, gracias 2013 por este año de aprendizaje y crecimiento tanto a nivel personal como profesional y sobre todo, gracias por hacerme sentir “como en casa” (diré que el 13 es mi número favorito 😉

Por un 2014 lleno también de luz y crecimiento!