Está bastante extendido entre la sabiduría popular (la del parque, la de la vecina, la del colegio) que hay que tener más de un hijo. Si no, ¿a qué vienen las preguntas de todos estos consejos de sabios cuando tu niño tiene ya 2 o 3 añitos? Y el segundo, ¿para cuando?
El primer hijo, normalmente, es fruto de la inocencia y de la emoción. Ser padres es algo maravilloso, pero el primero llega para sumirte en un estado de shock total como conté en mi primer post aquí. Y entonces ¿por qué repetimos?
Sin embargo, el otro día leía que cada vez hay más padres que eligen tener sólo un hijo. Voluntariamente, deciden no tener más. ¿Por qué?
Yo soy hija única. No por voluntad de mis padres, pero el caso es que me he criado como tal. Sí creo que los hijos únicos, tenemos un carácter diferente a las personas con hermanos. Sí creo que tanto el hijo único tiene unos rasgos de madurez mayores que otros niños. También creo y afirmo que es más mimado y más sobreprotegido que niños de familias con más hijos. Una sencilla razón: el tiempo. Yo, con un hijo, tenía más tiempo de hacerle mucho caso.
He tenido 2 hijos. Crecí como hija única y fui muy feliz. Fui querida y protegida. Tuvo sus pros y sus contras. Pero siempre añoré un hermano. He suplido esa falta con unas mejores amigas que son como familia y que conviven en mi entorno como tal. No obstante, en mi mente, cuando pensaba en una familia veía muchos niños. De momento, tengo 2 y el tiempo se divide. Los padres también nos dividimos y atendemos dependiendo la necesidad a uno o a otro.
Nuestra familia
¿Por qué he tenido más de un hijo? Esta respuesta es enteramente personal. Siempre quise tener 3 hijos. Será porque fui hija única, o porque me gustaba cuando veía familias numerosas. Y me gusta ver a mis hijos juntos, interactuando. Me gusta lo que me enseñan, y lo que me hacen vivir. Lo bueno y lo malo.