Como os comenté en el post anterior, a Rufo se le está tratando con flores de Bach. Y esto es gracias a Enrich Homedes, quien ha puesto el tratamiento a Rufo y regalado a Mikel y Alazne todo lo necesario para que el perro pueda seguirlo. Enric Homedes es Terapeuta Floral (formado como Practitioner desde 1999 por el Institut Edward Bach Foundation), Vicepresidente de SEDIBAC (Sociedad para el Estudio y Difusión de la Terapia Floral del Dr. Bach de Cataluña), formador acreditado por esta asociación y miembro de su equipo de voluntariado. ¿Quién mejor que él para explicarnos en qué consiste esta terapia? Vamos con su explicación:
“La Terapia floral del Dr.Bach es un sistema de tratamiento natural, compuesto por 38 esencias florales. Constituye una terapia energética (vibracional), holística, que ayuda a restablecer la salud, contribuyendo a armonizar las disfunciones en los campos físico, emocional, mental y espiritual de todos los seres vivos, sean éstos humanos, animales o vegetales. Cada vez son más numerosos los médicos, enfermeras, psicólogos, terapeutas,…que utilizan estos remedios como herramienta complementaria en su práctica clínica. Durante estos últimos años, al igual que otros profesionales de la Terapia floral, hemos investigado y profundizado sobre las aplicaciones de las esencias florales en el colectivo de los animales. Uno de los objetivos principales de nuestro trabajo es divulgarlas en el ámbito de la veterinaria, de la educación canina y felina, del adiestramiento de animales, de la etología,…con la finalidad de que los profesionales de estos colectivos contemplen la posibilidad de utilizarlas como una herramienta complementaria en el tratamiento de un animal que presenta un nivel alto de estrés, problemas de conducta, etc.
Las Flores de Bach fueron descubiertas y elaboradas por primera vez por el Dr. Edward Bach, médico inglés de gran prestigio y experto en inmunología y bacteriología.”
Enric nos detalla y explica también el tratamiento que está siguiendo Rufo:
“Es importante que el animal salga de la protectora con un tratamiento de adaptación a sus nuevas circunstancias (nuevo hogar, nueva familia, convivencia con otros animales,…), aunque se trate de un animal que se adaptó bien al llegar a la protectora y no haya presentado ninguna conducta anómala durante su estancia en ella.
Se recomienda administrarle la siguiente fórmula durante un mínimo de 15 días a razón de 4 gotas, 4 veces al día. Pasadas las dos semanas se valora la necesidad de seguir o no con el tratamiento. Así como de iniciar uno de distinto, en función de lo que el animal manifieste:
Chicory (posesión) + Heather (demanda de atención) + Star of Bethlehem (trauma) + Walnut (adaptación) + Rock Rose (pánico).
No hemos de olvidar que se trata de un animal que tiene una historia previa de abandono y/o maltrato. Y aunque para la mayoría el cambio de hábitat es positivo, alguno puede vivirlo como una situación traumática; deja de nuevo su espacio, sus compañeros de jaula, sus cuidadores,… La esencia Star of Bethlehem + Rock Rose le ayudará a gestionar los posibles traumas y fobias asociados al cambio de situación, Walnut le facilitará una mejor adaptación y Chicory y Heather le ayudaran a no establecer un vínculo excesivamente posesivo con su nueva familia. Este tipo de vínculo es uno de los inductores de la ansiedad que vive el animal cada vez que se queda solo en casa.
Es importante que el animal que va a vivir con niños y/o otros animales aprenda rápidamente a compartir comida, espacio, cariño y atenciones. Así se evitan “devoluciones” innecesarias u otros males mayores. Hemos comprobado que las esencias Chicory, Heather y Walnut no siempre son suficientes para armonizar la convivencia del animal con el resto de su nueva familia. La incorporación de Holly y Beech gestionan en gran manera la situación, en lo que se refiere a celos y rechazo respecto a otro miembro de la familia. Y Cherry Plum le ayuda a controlar sus impulsos agresivos cuando ha de compartir comida, juguetes,…o cuando hay que cepillarlo o aplicarle alguna cura.
Como prevención es prudente y aconsejable tratar con la misma fórmula a los animales que convivían anteriormente con la familia adoptante o de acogida”.
Fue una pena que no se tratase a Rufo directamente cuando llegó al refugio, ya que quizá se le hubiese podido evitar la embolia. Enric nos explica lo que habría podido hacerse:
“A Rufo no se le trató ya que estábamos trabajando fuera de Cataluña. Lo que se plantea en el libro es que un animal que ha sufrido este impacto emocional tan fuerte, ha de ser tratado tan pronto se lo ha sacado del pozo con las esencias sugeridas: Rock Rose y Star of Bethlehem. Se trata de realizar un tratamiento preventivo con estas esencias para que no desemboque en una parálisis coronaria u otro tipo de parálisis”.