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Irene Crespo

Uno más en la familia

La agresividad en el perro

Hoy Martín R. Ojeda (*) nos habla de la agresividad en los perros, tema que ya nos adelanta que le va a dar para varios post. Personalmente me parece un tema muy interesante ya que creo que es algo de lo que se habla “demasiado alegremente”. En mi opinión, a menudo se tacha de agresivo a un perro que realmente no lo es.  Seguro que Martín nos ayuda a juzgar mejor si un perro es o no agresivo.

“A mi perro le atacó un bull terrier. Ya sé que no se parece a la forma habitual de comenzar un artículo, pero ya que la escaramuza se saldó con no más que lesiones leves para ambos contendientes (mi pastor ha demostrado que no por tener buen carácter se va a dejar masacrar, afortunadamente), el hecho me servirá como acercamiento al tema que quiero tratar.

Me imagino que usted, que tiene el detalle de leer estas cosas que escribo, estará pensando que lo que sigue es una diatriba en contra de la raza en particular, y del grupo en que está encasillada en general, sin olvidarnos de alguna “palabrilla” altisonante para con el ejemplar en concreto.

Pues no…

En primer lugar, porque me encanta la raza bull terrier; probablemente porque mientras hacía las prácticas de etología y adiestramiento trabajamos con uno a quien intentamos enseñarle a detectar sustancias…con resultados más graciosos que acertados, la verdad. Hay que reconocer que no tienden a ser los más listos del universo perruno, pero eso qué más da, ¿verdad?

En segundo lugar, porque creo imposible culpar de nada a una raza de perros, lo cual me lleva a las aguas de la ley de Perros Potencialmente Peligrosos. ¿Perros que por pertenecer a una raza en particular son bombas de relojería? Suena sinceramente a falta de estudio de las cuestiones que motivan los diferentes tipos de agresividad. Como así también a falta de consideración de las estadísticas de razas que presentan ataques, vista la enumeración que hace la ley.

El ejemplo ilustrador sale fácil: qué cree usted que es más peligroso: ¿un Seat 600 o un Lamborghini Murciélago? Bueno, le aclaro que cualquiera de los dos que lo pille a 50 por hora lo dejará seriamente perjudicado, sin necesidad de llegar a los 300 y pico. Pero qué es más peligroso: ¿un irresponsable en un 600, o alguien responsable en el Lamborghini? A mí déjeme con el deportivo (soñar todavía es gratis, ¿no?).

Luego, llegamos aquí al quid del tema: la responsabilidad del dueño. En mi caso particular, el ataque se produjo en una residencia canina de mucha seriedad y a quienes sé de primera mano sumamente responsables en el trato con los perretes. Tanto es así que sus dueños se comunicaron con el propietario del bull terrier para avisarle lo sucedido y resulta que en ese momento el hombre recordó que no era la primera vez que su perro perdía la compostura…

En fin, no voy a meterme en este momento en el tratamiento que necesita el perro para manejar sus impulsos (desde luego no veo como solución, ni mucho menos, la imposición de bozales ni restricciones de movimiento que propicia la ley); pero está claro que un mínimo ejercicio de responsabilidad haría al dueño poner en conocimiento las características de su animal para que se tomen las medidas preventivas del caso.

Sin responsabilidad no puede tenerse ningún perro, ya sea un chihuahua o un dogo argentino. Y he aquí el segundo punto importante: de la misma forma en que no todo el mundo está capacitado para tener un animal, no todo el mundo está capacitado para tener cualquier raza de perro.

Siempre recordaré uno de mis primeros trabajos con un maltés rebelde, cuya dueña vivía sola. Y la buena señora que no superaba el metro y medio de altura y los 50 kilos de peso, como tenía miedo de que la asaltaran, quería agenciarse un rottweiler…Dudo mucho que fuera capaz de manejarlo, salvo como montura.

¿Por qué ataca un perro? ¿A qué obedece su agresividad? ¿Cuáles son los tipos de agresividad que pueden presentarse en un perro? Intentaremos ir develando todos estos interrogantes en sucesivos artículos para que todos podamos tener un acercamiento al tema y seamos capaces de entender una cuestión que no es ajena a nosotros.

Como final, valga la frase que mis profesores dejaron grabada en mí al tratar el tema de estas razas creadas por nosotros y ahora denostadas por sus propios creadores: “No hay perros potencialmente peligrosos, sino dueños potencialmente irresponsables”.”

(*) Martín R. Ojeda es etólogo y adiestrador de Servicios Caninos Integrales

(**) Si quieres que Martín te ayude con tu perro, recuerda rellenar este cuestionario y enviarlo a unomasenlafamiliablog@gmail.com.

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Blog dedicado a todo lo relacionado con el mundo de las mascotas: adopciones de perros y gatos, eventos, consejos prácticos para cuidar a ese miembro tan especial de la familia.


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