Llevo meses prometiendo que os pondría los finales felices pendientes y, por una cosa o por otra, el tema se ha ido retrasando, pero aquí está… Lo he retrasado tanto, que hay bastantes buenas noticias, así que, si os parece, os voy a poner hoy los casos de una parte y el resto en otro post. Empezamos:

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  Riki. De miedoso a, hoy en día, artista del agility con ANFA

  Riki: ¿Os acordáis de Riki? Este pobre apareció un día el monte como salido de la nada… La mujer que le estaba buscando hogar me pidió ayuda porque Riki en la residencia no se dejaba tocar, se ponía a gritar al mínimo intento de alguien de acercarse, estaba estresadísimo… Le conté el caso a Manuel Villar y se ofreció a ayudar a rehabilitar al perro. Para ello, la Asociación Noble y Fiel Amigo le encontró una casa de acogida: una chica de esta misma asociación lo acogió y facilitó que Manuel pudiese trabajar con el perro. Doy fe en primera persona, porque vivo muy cerca de esta chica, que Riki en 24 horas dio un cambio alucinante y hoy en día es un perro nuevo: se deja tocar y hacer de todo, se acerca a quien le llama con ganas de mimos y juegos… Si no hubiese visto yo misma cómo llegó, no me creería que estaba tan mal. Una vez que Riki mejoró, empezamos a buscarle un hogar definitivo, pero no le salía nada. Y hace un par de meses llegó el final feliz que Riki merecía, la historia no podía acabar mejor: su casa de    acogida decidió adoptarlo. Ahora Riki es más que feliz con sus “papis”, Nerea y Mikel, y me consta que ellos también lo son con él.

• Ciegui: Nuestro Ciegui llevaba 9 años en la perrera de Capegabi… Si a su edad, unos 13-14 años, le añadimos que es completamente ciego, todo esto hacía que nadie se fijase en un perro que tiene un carácter estupendo. Su ángel llegó, y lo adoptó una chica de Zaragoza. Eso sí, al parecer, Ciegui tiene muchos problemas de salud derivados de haber estado mal cuidado en la perrera de Capegabi. Sé fuerte, chico…
• Keisy: Esta gatita tenía un carácter perfecto, pero pese a ello nadie la quería… Estuvo meses buscando hogar y por fin encontró lo que se merecía: ahora vive feliz en Bilbao con su “mami” humana y una hermana “gatuna”.
• Jokin: El antiguo propietario de este guapetón de 3 añitos decía no poder seguir haciéndose cargo de él. Daba unos pocos días para encontrar familia a Jokin o amenazaba con llevarlo a la perrera. Un día, la madre de una voluntaria de ASAAM Vizcaya, asociación que llevaba el caso de Jokin, se acercó al refugio a ver las instalaciones y conocer a los perros y se enamoró de Jokin. Toda la familia está ahora encantada con el perro y él con ellos… Ya te tocaba ser feliz, ¡guapo!
• Rex: Este chico llevaba tiempo acogido (dos años ni más ni menos) pero su familia de acogida se mudaba y al sitio al que iban no les dejaban llevarse a Rex. Era un caso a contrarreloj… Pero apareció su ángel a tiempo: unos compañeros de trabajo de una voluntaria de ASAAM Vizcaya (asociación que llevaba el caso de Rex) lo conocieron, se enamoraron de él y ahora Rex vive feliz con sus nuevos “papis” y, lo más importante, un hogar definitivo por fin.