¿Os acordáis de Rubi? Tardó 5 meses en encontrar familia... Ahora vive como un rey con Lander

Como os comenté el martes, se me han acumulado tantos finales felices que iba a quedar muy largo ponerlo en un solo texto, así que lo he dividido en tres. El martes publiqué el primero (podéis leerlo pinchando aquí), ahí va la segunda tanta de afortunados.

• Cachorritos de pastor vasco : Seis ni más ni menos de una camada no deseada… Estos pequeñajos volaron enseguida. Los dos primeros fueron a vivir a un caserío. Los adoptantes iban a por uno, les dio pena separarlo de todos los hermanos y decidieron llevarse dos juntitos. El siguiente cachorro se fue a vivir  Hendaya: un chico llamó muy interesado en uno de los cachorros. Había tenido anteriormente un pastor vasco y había muerto atropellado. Fue con su hija a ver la camada y eligieron uno, ahora se llama Ron. La persona que me pidió ayuda para los cachorros me cuenta que han hablado con ellos y que están tanto ellos como la perrita muy muy felices. Un familiar del dueño de la camada se llevó al cuarto hermanito. El quinto fue adoptado por una mujer cuya perra había tenido perritos (al parecer por accidente), se habían llevado todos y esterilizado a la perra, pero querían que la perrita fuese madre adoptiva, así que se llevaron uno de los cachorros: la única hembra de la camada. El último cachorrito se fue a La Rioja: una pareja de adiestradores se enamoró de él.

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  Trisky, ahora Rini, con su nueva hermana

  Trisky: Lo recogieron de la calle con tan solo un mes y a los cuatro aún seguía en adopción. Ni ser un bebé, ni ser monísimo le ayudaban a encontrar su hogar. Pero por fin llegó lo que se merecía: lo adoptó una chica de Oiartzun que ya tenía otra gata de un año, así que tiene compañera de juegos. Ahora se llama Rini.

• Rubi :Nadie se fijaba en Rubi, quizá por ese pequeño (casi imperceptible) velado que le quedó en uno de los ojitos debido a lo enfermo que apareció en la calle. Pero su ángel llegó. Conozco personalmente al chico que adoptó a Rubi y me consta que vive como un rey. En cuanto le conté la historia del gato, lo que había vivido, etc. me dijo que lo quería, no dudó ni un instante. Ahora se llama Ron y yo creo que tardó tanto en adoptarse porque estaba esperando a su ángel, Lander.

• Negri: Negri era una gata que necesitaba un tipo de hogar muy específico: vivir en una casa o lugar cubierto con acceso a mimos, pero tener también acceso libre al exterior puesto que se le notaba ese tiempo vivido en la calle. Parecía no salir familia para ella hasta que una amiga me contó que sus tíos buscaban un gato. Tenían un molino con huerta al que iban a diario a trabajarla y querían allí un gato, no para los ratones, sino porque echaban de menos mimar a uno (habían tenido otro antes que ya había fallecido). Molino para dormir, personas a diario para darle mimos y libre acceso al exterior… Ideal para Negri.

• Cachorritos de ratonero: Tres cachorritos fruto de una camada buscada por la falsa de creencia de que una perra necesita tener al menos una camada en su vida. Con solo dos meses, como no encontraban hogar para ellos, amenazaban con llevarlos a la perrera… Se salvaron y hoy viven felices. Uno de ellos fue adoptado por una pareja joven de Idiazabal, la hembra se la llevó un matrimonio que adoptó también una caniche de 11 años y el último estaba acogido en Andoain y la familia que lo adoptó se enamoró viéndolo en los paseos.

• Hembra de spaniel bretón: El dueño no la quería por no saber cazar… Finalmente la regaló él mismo, espero que bien entregada y que sea feliz…

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  Sandy durmiendo con su hermanito gatuno, Suco

  Sandy: Sandy no lo tenía fácil: tenía 8 años y encima los había pasado abandonada en un patio… La persona que la iba a adoptar pidió un acogida temporal por problemas de salud, así que Yoli la acogió en Donosti. Los meses pasaban y pasaban y la adoptante de Sandy no mejoraba por lo que se decidió que lo mejor era buscarle una nueva adopción. A Yoli le hubiese encantado quedársela, me consta, pero ya tiene otras dos perras y le es imposible. Una mujer de su mismo barrio se había fijado en Sandy, la solía ver en los paseos, pero en aquellos momentos ni la perrita estaba en adopción ni la mujer podía tenerla. Cuando se decidió buscar nuevo adoptante para Sandy, casualidades de la vida, Yoli no conseguía coincidir con esta mujer. Sandy salió publicada en el blog, la mujer la vio y enseguida se puso en contacto con Yoli para adoptarla. Hoy en día Sandy vive feliz con Asun, su familia, otra perrita más (Lupa) y un gato (Suco).

El fin de semana os publico “la última tanda” de adoptados. Mientras, os dejo más fotos de los protagonistas de este texto: